fabian | 16 Març, 2015 19:18
La presente Memoria de Investigación tiene como última finalidad la reconstrucción, a partir de la historiografía, de lo que constituyó el patrimonio histórico-artístico del antiguo complejo de Santo Domingo, conformado por el convento y la iglesia de los Frailes Predicadores de Palma de Mallorca. En la actualidad, dicho complejo no existe; de él, no se conservan ni sus ruinas, ni siquiera una sencilla inscripción lapidaria que recuerde donde se levantó. La presencia del convento, de sus frailes y de su patrimonio, se ha convertido en una ausencia. Su figura, e incluso su recuerdo, se han ido borrando de la memoria colectiva. Tan sólo resta su nombre como titular de una de las vías que en su momento lo cercaban: la calle de Santo Domingo, donde se levantaba la portada de la iglesia. El antiguo convento estaba ubicado en el centro de la ciudad, entre las actuales calles de “Palau Reial”, de la Victoria, de Santo Domingo, de Conquistador y de la “costa de la Seu”. Fundado coetáneamente a la llegada de Jaime I a Mallorca, su establecimiento en el lugar fue una constante hasta su demolición en 1837, con motivo de la ejecución de la ley desamortizadora de Mendizábal de 1835.
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Plano Garau (1644) En gris: San Francisco de Paula, destruido y convertido en la Plaza de la Reina; Santo Domingo, cerca de Cort, hoy en la zona del Parlament; Santa Eulalia no terminada, sin torre y Plaça Nova con un "lladoner" y una parrilla (¿autos de fe?)La significación que supuso el convento para la historia de Palma, ya fue un hecho desde sus inicios. Entre otros ejemplos se puede citar la pertenencia al mismo de relevantes personajes como el cardenal Nicolás Rossell y fray Antonio Ginebreda en el siglo XIV. En el siglo XV, hospedó a San Vicente Ferrer cuando vino a predicar a la isla, dio el hábito a fray Julián Talladas, obispo de Laedocia y de Bosa, y tuvo varias veces como prior al famoso inquisidor fray Guillermo Casellas. Durante los siglos XVI y XVII, se revelaron en él figuras venerables como fray Julián Font y Roig, fray Antonio Creus, fray Bartolomé Riera y fray Guillermo Malferit, así como el obispo Simón Bauzá. A finales del siglo XVII, acogió en sus aulas a fray Agustín Pipia, quien murió en Roma como cardenal.
La proyección exterior de Santo Domingo también fue considerable. Desde él se originaron, a finales del siglo XVI, los conventos dominicos de San Vicente Ferrer en Manacor, de Santo Domingo de Inca, del Rosario en Pollensa, de Nuestra Sra. de Loreto en Lloret de Vistalegre y el de San Vicente Ferrer y Santiago de Ibiza. Promovió, además, la fundación del convento de Santa Catalina de Siena para las monjas dominicas a principio del siglo XVII. Asimismo, no hay que olvidar que, implicado en la actividad misionera propia de la orden, de él partieron muchos frailes para evangelizar zonas remotas.
Durante toda su pervivencia, el convento de Santo Domingo, desde su postura tomista, representó el baluarte antilulista. Por otro lado, su recuerdo está vinculado al de la inquisición de la isla: además de haber sido la sede de algunos de sus procesos, los claustros albergaban la colección de sambenitos que estigmatizaron a algunos de los descendientes de los judíos conversos. Sin embargo, hasta el momento de la exclaustración de los frailes, el convento de Santo Domingo de Palma fue manteniendo el ascendiente que, desde su implantación, tuvo sobre la ciudadanía.
La promulgación de la ley de Desamortización de 1835, propuesta por el presidente del gobierno D. Juan Alvarez Mendizábal fue el mecanismo directo que indujo a su demolición. No obstante, no se debe olvidar la posibilidad de la existencia de otras causas ajenas a dicha ley, que incitasen y se recreasen en el cumplimiento estricto de la misma. Entre ellas se puede considerar el valor inmobiliario del solar, el liberalismo que entonces imperaba y que era contrario a las atribuciones habituales de la nobleza, clase social tradicionalmente vinculada al convento, así como los comentarios que algunos autores realizan en relación con la prepotencia de sus frailes. Prepotencia que, junto a la postura tomista de dichos frailes, contraria a los lulistas, les habría granjeado la antipatía de gran parte de la población. Aunque, quizás uno de los factores más soterrados y, sin embargo, más determinantes que incitó su desaparición, fue la vinculación del convento con la Inquisición.
El documento de Mª Pilar Sastre Alzamora: El desaparecido convento de Santo Domingo de Palma. Ensayo de sistematización de su patrimonio histórico - artístico (Memoria de investigación) lo presenta la autora como un inicio de un ambicioso e interesante estudio sobre este convento "ausente". Esta Memoria de Investigación - indica - sería una primera fase para "reconstruir, en lo posible, el patrimonio histórico - artístico de Santo Domingo".
Retablo de la Inmaculada, atribuído a fray Albert Borguny (1707 - 1770), procedente del Convento de Santo Domingo, actualmente en San Cayetano (Sagrados Corazones)
Es actualmente una "ausencia":
"Actualmente, sin embargo, dicho bien cultural, integrante de la identidad artística mallorquina, no existe como tal, pues se encuentra, sino totalmente desaparecido, sí disperso y sin inventariar en el caso del patrimonio mueble. Hasta ahora, tan solo algunas monografías aisladas se han ocupado del antiguo convento sin que se haya realizado un estudio integral de su patrimonio. De ahí que, en la actualidad, no es posible el realizar una valoración del mismo en su conjunto, ni de apreciar su aportación real a la conformación cultural de la ciudad. Aportación indudable debido a la trascendencia que supuso el antiguo convento en la configuración de la historia, de la biografía de Palma, y con ello de los procesos de gestación necesarios para que la misma haya alcanzado, con sus rasgos diferenciadores, su actual identidad. La pérdida del patrimonio histórico - artístico del convento de Santo Domingo, supone un vacío en el panel que reúne los testimonios que definen la estructuración del patrimonio histórico-artístico local."
Y Mª del Pilar Sastre desarrolla un itinerario de investigación recopilando cuanto se haya escrito sobre él, cruzando datos provenientes de distintos estudios, ya sobre los documentos de la Orden de los Predicadores, ya las Crónicas Reales, ya de los historiadores locales, de la historia de la arquitectura y del arte, de los comentarios de los viajeros o de los estudios científicos.
No deja de lado cuanto haya de gráfico sobre el desaparecido convento: dibujos, litografías, planos ... Y dedica a ellos una sección de esta Memoria.
Es un estudio interesantísimo que aunque centrado en el espacio del convento de Santo Domingo, abarca la ciudad histórica, en múltiplos aspectos ya geográficos, históricos, artísticos, patrimoniales, etc.
Índice
Esta Memoria de Investigación lleva la fecha de Febrero de 2012
Fabián | 18/03/2015, 18:41
Nicolás:
Hay al menos dos Notas sobre las publicaciones de Alejandro Sanz. Una está cuando habla del gótico en el apartado de Jovellanos y otra cuando trata a los románticos.
También nombra a Jesús García Marín al hablar de Buenaventura Serra.
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Re: La 'ausencia' del Convento de Santo Domingo de Palma
Nicolás | 17/03/2015, 19:59
Interesa la memoria de Mª Pilar Sastre por ser un primer paso para un posterior estudio del convento de Sto. Domingo de Palma, víctima de la "furia desamortizadora" decimonónica. Lo he leído y echo en falta la cita en la bibliografía o las notas de la tesis doctoral de Alejandro Sanz de la Torre: Visión romántica de la arquitectura palmesana, publicada en microficha por la UNED en 1996. Especialmente los epígrafes 5.2.5, 5.2.6. y 5.2.7., así como la parte relativa a los grabados, deben mucho a dicha obra, que se puede encontrar en la U.I.B. Sí cita algunos artículos del autor, pero se ha olvidado del libro principal, que tiene que haber consultado.