fabian | 29 Gener, 2007 16:46
En la Alcaldía de Ciudadela, junto con el pendón de la ciudad, se conservan el "Llibre Vermell" y el "Acta de Constantinoble", teniendo relación estos dos últimos elementos con el desastre que vivió esta ciudad en 1558 cuando una poderosa escuadra turca mandada por Mustafá Pialí Baixí, formada por 140 barcos y 15000 hombres, tras atacar Mahón y ser repelido su ataque por la artillería del Fuerte de San Felipe, se dirigió al otro extremo de la isla contra Ciudadela que sólo se hallaba defendida por 620 hombres dirigidos por el regente de la Gobernación, Bartolomé Arguimbau y el capitán de infantería Miguel Negrete. La ciudad se defendió durante nueve días tras los cuales cayó y fue saqueada e incendiada.
En la Universidad (antigua institución anterior a los ayuntamientos) se guardaban muchos documentos sobre las posesiones de las tierras y sobre las instituciones de la ciudad. Había un libro, llamado Llibre Vermell por el color rojo de sus tapas, un cartulario, que contenía muchos documentos importantes para la isla, como los privilegios concedidos a los habitantes de Menorca, los referentes al régimen municipal, los de regulación de empleos, los referentes a los recursos financieros, etc. que, tras el saqueo e incendio de la ciudad se dio por perdido junto con la mayor parte de los archivos públicos y privados.
La situación que hemos descrito en el apartado anterior, quedó desmantelada sobre todo después del desastre de Ciudadela de 1.558, debemos definir este hecho histórico como auténtico hito que separa dos épocas distintas. Esta destrucción del modelo anterior a 1.558 debemos entenderlo tanto en el plano institucional, como en el económico-social. Efectivamente, el saqueo de Ciudadela desintegró familias enteras por muerte o cautividad de sus miembros y, debido a la destrucción o secuestro de los archivos, no quedará rastro de la antigua organización (recordemos cómo los turcos se llevaron el «Llibre vermell» donde se habían recopilado los privilegios de la isla, que luego fue recuperado).
Por la misma razón quedó desarticulada la organización económica y la de la propiedad inmueble, por la desaparición de los protocolos notariales y los archivos del Real Patrimonio (ramo muy importante debido al porcentaje de las tierras de realengo) amén de la ruina de muchas familias, debido a la necesidad de pagar el rescate de sus miembros cautivos de los turcos.
En vista de esta situación, poco a poco se irá intentando reorganizar la sociedad isleña desde el gobierno central. Es el momento en que Felipe II reestructurará las oficinas del Real Patrimonio, el gobierno local y municipal, y ordena una cabrevación general de todas las propiedades inmuebles.
Esta reestructuración en ningún momento tuvo, en el plano jurídico, visos de ruptura con el sistema anterior, en consonancia con la política de los Austrias de mantener intactos los privilegios y libertades en los reinos periféricos de la Monarquía Hispánica.
En lo que respecta a la reorganización de la propiedad particular, no quedará más remedio que legitimar la situación derivada del desastre, incluidos los abusos que debieron de cometerse, tales como ocupación ilegal de tierras, impago de impuestos, censos, etc.
Esta situación originará la aparición de una nueva clase dirigente (nueva en el sentido de los individuos que la integraban) formada por los propietarios legitimados por el capbreu de 1.600, entre los que se incluyen algunos miembros supervivientes de las antiguas familias de abolengo (ejemplo: Quart, Martorell, etcJ y los de cierta burguesía agraria que había acumulado tierras bajo la sospechosa fórmula de «poseídas largo tiempo sin interrupción».
José L. Terrón: Origen, desarrollo y consolidación de la propiedad inmueble en la isla de Menorca (1287-1837)
Fue en Constantinopla donde una cautiva menorquina que había sido liberada, Jerónima Alzina, rescata el Llibre Vermell y, cuando regresa a Ciudadela, lo ofrece a la Universidad General. La ciudad no podía ofrecer a esta mujer todo lo que exigía a cambio de esos documentos, y apeló al gobernador de la isla para que obligase a su restitución. Jerónima Alzina fue bien recompensada, aunque con menos de lo que pedía, y el Llibre Vermell fue depositado en la casa de la Universidad.
Esta historia la cuenta Miguel Ángel Casasnovas con el título "El Llibre Vermell de Ciudadela" en el tomo 18 de Historia de las Islas Baleares editada por El Mundo - El Día de Baleares en el 2006 [ISBN - 13: 978 - 84 - 95473 - 79 - 0].
Buscando en Internet, me he encontrado con la web Espacio propio (Página de divulgación cultural de José L. Terrón Ponce), un gran historiador y documentalista sobre Menorca que no puedo dejar de recomendar a todos los interesados por la historia de la isla.
En Alta mar:
Calvi y Fratín en Mahón
fabian | 29 Gener, 2007 09:15
Fuente: BOIB núm. 21 / 2005
Fecha publicación: 08 / 02 / 2005
Santa Elisabet junto a la iglesia de San Jerónimo
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