fabian | 11 Gener, 2006 18:49
¡Vaya título! Y es que muchas veces lo que me resulta más difícil es encontrar un título que englobe las ideas que me propongo explanar. Y esta vez hay dos: tener un ordenador y no encenderlo y hacer labores como el ganchillo en compañía. Es gracioso o me lo resulta porque la dificultad estará en relacionar ambas ideas.
No es un mandato. Es una simple frase enunciativa. Leo que en EEUU sólo el 53% de los propietarios de ordenadores los utilizan. Es decir, que el 47% de quienes tienen ordenador no lo encienden. Y el artículo del que daré la referencia añade que en España ocurre más o menos lo mismo. Curioso, ¿verdad? Y el hecho es que no me viene de nuevas porque muchas veces me he preguntado para qué algunas personas pueden usar el ordenador.
Tener ordenador es una moda porque todos pensamos que es muy moderno y que está bien. Cuando yo lo compré desconocía casi todo sobre informática ... Bueno, no es del todo cierto porque había tenido un Spectrum y un Atari, pero, bueno, no sabía muy bien qué haría con él. Además me lo compré con una impresora que ya no funciona y que he utilizado muy poco. Pero esta última iba junto con el ordenador; es decir, vendían el conjunto y no el ordenador sin la impresora. Y es que la idea del papel aún no podemos quitárnosla de encima.
Colores del otoño
El artículo se titula: El mito de la brecha digital y está escrito por Jose David Carracedo Verde. Extraigo ideas sueltas saltándome las relaciones entre ellas.
Al plantear la conectividad, la tendencia dominante parte del simple esquema "alfabetizados versus analfabetos digitales", y la solución se ha centrado casi exclusivamente en aumentar el número de ordenadores y conexiones a la Red sin importar su uso o utilidad [...]
Sin embargo, en los últimos años, el incremento en la adquisición de ordenadores no conlleva necesariamente un incremento en su uso. Según los estudios pioneros de Arbitron iniciados en 1999, en EE UU tan sólo el 53% de los propietarios de un PC lo usaban. Esta tendencia también se observa en el Estado español, según se puede extraer de las encuestas del CIS.
Es probable que existan diferencias entre gente con pocos ingresos y/o bajo nivel educativo que hará uso de los contenidos baratos y simples de Internet conforme al pasivo modelo de difusión (situándose frente al ordenador como si fuera una especie de avanzada televisión-consola de videojuegos), mientras que los sectores de la población con grandes ingresos y/o altos niveles de educación harán uso de los contenidos caros y avanzados que ofrece la Red.
Y sin embargo, a pesar de las mejoras en las facilidades de uso y la disminución de las reticencias a las computadoras (computer-fear), aún existen amplios sectores sociales (en torno a un tercio en el Estado español) que rechazan usar un ordenador (la utilidad del mismo en su vida cotidiana). Es un rechazo personal que se mantiene (y frecuentemente coexiste) con el discurso socialmente omnipresente sobre la informática y la tecnología, cuya presencia se supone síntoma de progreso.
[...] al centrarse en lo concreto, al evaluar los efectos de los ordenadores en la vida cotidiana, abundan los "peros", "contras" y diversos matices que rompen con esa adhesión aparente. Este devenir discursivo se reproduce intensamente en los grupos de mujeres, que identifican nítidamente efectos negativos de los ordenadores en las prácticas de sociabilidad y más en concreto sobre la educación de sus hijos.
Bueno, tampoco voy a copiar la totalidad del artículo. Pero presenta ideas interesantes.
Cuando en la educación escolar saltan entusiasmos por los ordenadores, yo siempre expreso muchas reticencias. No. Claro que conviene conocer el uso de los ordenadores y es necesaria su utilización en muchas disciplinas, pero cuidado. Los pueden y deben utilizar, pero hay muchísimos aprendizajes básicos e iniciales en muchas disciplinas que dudo puedan ser adquiridos a través de los ordenadores. Además hay que conjugar horas con ordenador y sin él, porque también es muy importante saber estar sin ordenador. Y no sólo eso. Muchas profesiones no requieren el uso del ordenador. Posiblemente el ordenador esté algo mitificado en parte de la población y haya otra parte importante en cuyo proyecto de vida no se requieren ordenadores.
Así que la cuestión básica no está ya en la posesión del ordenadores, sino en para qué el ordenador. Y temo que en esta cuestión hemos profundizado muy poco.
El autor del artículo expresa esta inquietud sobre el para qué del ordenador en dos frases, la primera de las cuales es harto compleja:
Ante esta situación cabe ir más allá y sugerir que quizás la causa de ambos problemas (tanto el del rechazo al ordenador como el de las 'brechas' en los usos) se encuentre precisamente en la construcción sistémica, mediática y exógena a la población de las motivaciones asociadas al uso de computadoras.La segunda frase dice lo mismo pero de forma más plana y entendible. Es su frase final: La cuestión, en definitiva, se reduce a pararse y pensar para qué queremos promover el uso de las Tegnologías de la Información y la Comunicación.
Estaba pensando en el artículo mencionado cuando me he encontrado con una noticia cuyo primer párrafo dice:
Aunque tradicionalmente tejer se ha asociado a las abuelitas y las solteronas, en EEUU hacer labores se está poniendo de moda entre las mujeres jóvenes e incluso los hombres, que se suman a esta práctica para desconectar, relajarse y hacer amigos.
elmundo: Las cafeterías para hacer punto y ganchillo, el último grito en EEUU
Y es que en esta vida hay muchísimas cosas importantes como el saber estar solo, el plantearse proyectos o el saber estar en compañía y entablar conversaciones interesantes. ¿Y los ordenadores? Pues quizás también, aunque no tanto.
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