fabian | 24 Agost, 2010 16:39
La historia de hoy es debida a una equivocación: en el artículo Antonio Roca i Flaquer, médico epidemiológico, en Baleópolis puse una imagen que, según me indica un descendiente de este médico menorquín, no corresponde al personaje. Tiene la amabilidad de enviarme la imagen que le corresponde y el enlace a la biografía de este doctor en la Viquipèdia. Cambio la imagen con cierta satisfacción pues creo que esta posibilidad de enmendar una equivocación es factible en Internet.
En la página de la Viquipèdia consulto los enlaces y me encuentro con una revista en pdf que desconocía. Es la revista Metges. En el ejemplar número 45, correspondiente al año 2003 hay un artículo escrito por Miquel Àngel Limon Pons titulado "Roca i Flaquer: el doctor de les epidèmies" que lleva como antetítulo o serie de la que es una parte, "Metges al microscopi".
Antonio Roca i Flaquer, médico epidemiológico, en Baleópolis
Los médicos son personas ilustradas con intereses culturales varios y amplios. Por lo que encontrar esta revista editada por el COMIB (Colegio Oficial de Médicos de las Islas Baleares) me alegró y, también, pensé que podía ser una fuente de información importante pese a que no es una revista de divulgación sino una revista profesonal. Actualmente está on line hasta el número 68.
Cuando hace unos meses busqué información sobre el hospital de Son Dureta, no fue mucha la información que encontré. Peor fue cuando publiqué El jardín del Instituto de Sanidad, pues este edificio es más antiguo. También noté a faltar algún artículo que tratara en general sobre los hospitales de Palma o de Mallorca. ¡Qué poca información hallé!, me produjo extrañeza.
La revista Metges nº 45, del año 2003 cuando aún no estaba decidida la construcción de un nuevo hospital, publica un reportaje titulado "Un Hospital con Historia": "Son Dureta, casi cincuenta años de vida y de controversia". En este reportaje hay artículos, entrevistas, documentos gráficos, etc. De entre ellos recojo un artículo escrito por Juanjo Sánchez que cuenta lo que ha sido este complejo hospitalario.
[Son Dureta] Un hospital con historia
El centro sanitario de referencia de Balears, que comenzó siendo ‘la residencia’ y ahora conocemos como ‘Son Dureta’, carga una larga historia sobre sus espaldas, acumulada en casi cincuenta años de vida. El hospital se ha ido adaptando durante el transcurso de los años a las modernas tecnologías y a las nuevas formas de aplicar la medicina y de gestionar la sanidad pese a que no ha podido acomodar sus obsoletas infraestructuras a las necesidades impuestas por la sociedad. Cumplidos más de 45 años en servicio, el Hospital Universitario Son Dureta requiere con urgencia un cambio, fundamentalmente en su estructura arquitectónica, algo que se viene reclamando y planificando desde hace dos décadas y que ahora se ha plasmado en un ambicioso proyecto de reforma, aún cuando éste no gusta a todos. Muchas son las voces que demandan la construcción de un nuevo hospital, al considerar que la ampliación del existente hará muy difícil la atención y la estancia a los pacientes.
Un largo camino
El hospital de referencia de Balears, en la actualidad Hospital Universitario Son Dureta, comenzó a construirse en el año 1953 y se puso en marcha el 15 de septiembre de 1955 con Luis Zoreda Landeta como primer director, quien ocupó el cargo durante casi 20 años, hasta el año 1973. El proyecto arquitectónico lo realizó el arquitecto Martín José Marcide, y recibió el nombre de Residencia Sanitaria Virgen de Lluc, de manera que en aquella época el centro era conocido popularmente como ‘la residencia’. No fue hasta 1987 cuando pasó a denominarse Hospital Son Dureta, y desde el año 1992 se llama Hospital Universitario Son Dureta (HUSD). El centro sanitario nació con unas 150 camas hospitalarias y 150 trabajadores, lo que contrasta con las más de 900 camas y 3.600 trabajadores existentes en la actualidad. Al principio, algunas plantas del hospital estaban vacías de enfermos, ya que estaban destinadas a residencia de enfermeras.
Residencia sanitaria
Según explica el ex jefe del Servicio de Traumatología de Son Dureta, Eduardo Jordá, que trabajó casi desde sus inicios en el hospital y que en la actualidad elabora una historia documentada del centro, en la época se desterró por parte de los gobernantes la nomenclatura hospital, ya que se consideraba que "era el sitio donde iban a morir los pobres", recuerda Jordá. El concepto de hospital fue denostado en Son Dureta hasta que llegó el doctor José María Martínez Estrada, según recuerda Jordá, ya que con él llegó también la jerarquización de los servicios, en noviembre de 1969, algo que supuso "una revolución sanitaria", resalta.
La inauguración de la Residencia Sanitaria Virgen de Lluc tuvo lugar unos meses más tarde de su puesta en funcionamiento, concretamente el 6 de junio de 1956, a cargo del entonces vicepresidente del Instituto nacional de Previsión, Alejandro Rodríguez Valcárcel. En el discurso de inauguración de Rodríguez Valcárcel, que duró más de una hora, la única referencia a los médicos fue la de este pasaje:
"...Permitidme que me dirija a los facultativos del Instituto Nacional de Previsión, que elegidos para el mejor servicio, han de ser conscientes del deber que han contraído y, aún cuando lo sepáis, yo me permito recordarlo: desde el ordenanza que abre la puerta hasta el más alto cargo, pasando por los que en el quirófano por la gracia de Dios salvan la vida a nuestros hermanos, no pongáis en vuestro cargo sentido de rutina o de burocracia sino, por el contrario, toda sencilla y humana cordialidad que tengamos para sabernos en la punta de la vanguardia para la conquista de la justicia social".Inicios difíciles
En sus inicios Son Dureta contaba tan sólo con dos médicos residentes, ya que los otros no trabajaban en el hospital sino que acudían al centro cuando tenían que visitar u operar, y cobraban por acto médico. Según relata el doctor Jordá, en aquellos inicios se pretendía por parte de las autoridades que los hospitales públicos "fueran considerados como clínicas privadas", por lo que asegura que "los médicos iban a hacer la peor medicina posible, ya que lo que hacían era ir al hospital a ver al enfermo y marcharse". Además de los dos residentes, el centro hospitalario contaba con 47 enfermeras (la mitad de las cuales residían en el hospital) y 13 hermanas de la caridad, monjas pertenecientes a la orden de San Vicente de Paúl que también residían en Son Dureta.
Los servicios y las urgencias como tales no existían al comienzo de la andadura de Son Dureta, de manera que las urgencias sólo estaban consideradas para casos de pacientes quirúrgicos y partos distróficos. De hecho, la asistencia urgente que se prestaba al principio se hacía después de que el médico de cabecera lo indicara con un volante de ingreso. La masiva llegada de enfermos sin volante pidiendo asistencia urgente cambió, al cabo del tiempo, el concepto de la atención en casos de emergencia. Así, el Servicio de Urgencias sólo llegó como consecuencia de la jerarquización, recuerda Eduardo Jordá. Antes de la apertura de la Residencia Sanitaria, centros privados como la actual Clínica Rotger [entonces "Mare Nostrum"] jugaban un importante papel en la respuesta a la demanda sanitaria existente en aquel momento.
Al poco tiempo de ponerse en funcionamiento el hospital, en el año 1960, se fundó en el centro sanitario la Escuela Universitaria de Enfermeria Virgen de Lluc y en 1976 el hospital recibe la acreditación docente para la formación interna de postgrados (MIR). Hasta el momento, Son Dureta ha formado a más de 2.600 enfermeras y a unos 900 MIR. También en el año 1976 el Hospital Virgen de la Salud, ubicado en la barriada palmesana de Es Viver, pasa a depender del complejo hospitalario, que se ve aumentado en 1978 con la entrada en funcionamiento del nuevo pabellón B u hospital materno infantil, si bien unos años antes se había construido y estaba en funcionamiento el edificio de consultas externas o pabellón K, denominado edificio Félix Sánchez.
Nuevas formas de gestionar
Uno de los cambios más significativos en el funcionamiento de Son Dureta llegó en 1986, fecha en que el organigrama del hospital cambia radicalmente y, por consiguiente, el planteamiento de su gestión. Hasta ese año dirigían el hospital un director, un administrador y un jefe de enfermería. Con los cambios introducidos en aquel momento, el centro pasó a tener un director gerente del que dependían la dirección médica, de enfermería, de gestión y la de servicios generales. Este fue un cambio cualitativo y conceptual en la gestión de los hospitales, que tuvo sus defensores y sus detractores, pero que al final se ha impuesto. En 1989 se crea el Plan Director, con el fin de adaptar el hospital a las nuevas necesidades de capacidad, técnicas y asistenciales.
Pero los cambios en la gestión de Son Dureta hubieran podido ser aún mayores de haberse materializado la idea del Insalud de convertirlo en una fundación sanitaria. Fue el último director territorial del Insalud en Balears, Javier Rodrigo de Santos quien defendió esta posibilidad a principios de 1999. Rodrigo de Santos, que siempre dijo anteponer el consenso y el diálogo con los profesionales para reconvertir en fundación Son Dureta, aseguraba en aquel momento que "sería de una temeridad importante renunciar a la gran cantidad económica que supone la facturación a terceros que va a parar a la Tesorería General de la Seguridad Social". La fuerte oposición de los sindicatos y asociaciones profesionales provocaron que el gobierno central diera marcha atrás en sus intenciones, aunque finalmente sí que optó por el modelo de fundación para gestionar el nuevo Hospital Son Llàtzer.
El centro sanitario de referencia en las Islas ha ido adquiriendo cada vez una mayor cartera de servicios. La más importante en los últimos tiempos ha sido la cirugía cardíaca, que ha puesto en marcha el doctor Oriol Bonnín coincidiendo con la llegada de las competencias de sanidad a Balears.
Son Dureta se encuentra ahora en un proceso de profunda transformación tras la entrada en funcionamiento de la Fundación Son Llàtzer, el rediseño asistencial de las áreas que lleva a cabo el Ib-Salut como consecuencia del cambio de actividad del Complejo Hospitalario de Mallorca y el Plan Director de reforma del centro que está a punto de ser adjudicado.
Juanjo Sánchez: Un largo recorrido (págs. 24 y 25)
Ahora necesitaría encontrar una historia de los hospitales que ha habido y hay en Palma.
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