fabian | 30 Gener, 2007 18:23
En los años 50 - 60 los libros escolares no reproducían imágenes en color. Traían unos dibujos de líneas negras como si hubieran sido realizados a plumilla tal como los dibujos de los tebeos. Yo entonces no me fijaba quién era el autor de los libros, aunque posiblemente fueran de la editorial Álvarez, quien había hecho una famosa enciclopedia escolar. Traían esos libros en cada lección un recuadro con alguna historia curiosa. Varias eran sobre la Historia Sagrada, personajes de la Biblia, principalmente. Otras presentaban hechos legendarios, tanto de España como del mundo y algunas eran sobre las historias de las cosas.
Mira que han pasado años y aún recuerdo algunas de esas historias como la del inventor del bolígrafo, llamado así porque es una bola que se impregna de tinta y, al rodar, deja un trazo. Pues su inventor fue un húngaro que, en tiempos de la persecución nazi, se fue a Argentina. Se llamaba Ladislao Biró y, contaba la historia, que un día vio a unos niños que jugaban rodando piedras en una calle que estaban asfaltando y, primero pasaban las piedras sobre el alquitrán y, con ello, dejaban una línea sobre el suelo aún no asfaltado realizando un dibujo. Ahora, en la wikipedia, cuentan que observó a unos niños que jugaban con canicas y que había un charco, por lo que las bolas mojadas dejaban una línea.
Ahora dudo sobre si esta historia estaba en los libros escolares pues a nosotros nos llegaron los bolígrafos cuando ya éramos adolescentes y en la escuela escribíamos con plumilla y tintero.
"L'amo de so na Moixa", figura de Pere Pujol
De este estilo había bastantes historias. A mí me gustaban y hacían que mi imaginación volara. Cuando tengo delante un bolígrafo recuerdo al señor Biró así como a esos comandos aliados que fueron los primeros en utilizarlo y que, aún poco desarrollado, utilizaba unas tintas demasiado líquidas que todo lo ensuciaban. Las historias siempre eran interesantes, como la de los monjes que trajeron desde China los gusanos de seda escondidos en sus bastones o también la de aquellos chinos que conocían el secreto del papel y que fueron torturados hasta que lo dijeron y así en Europa se pasó de escribir sobre las pieles de los animales a utilizar el papel. Yo creo que en buena parte su interés radicaba en que nos contaban la historia de los objetos y materiales que teníamos cercanos y con ellas descubríamos que alguien las había pensado antes de que existieran y que todas ellas tenían una historia escondida que merecía conocerse.
El tomate
Los españoles trajeron el tomate a Europa en 1540, el cual creció con facilidad en los climas mediterráneos, de acuerdo con algunas referencias, los primeros tomates que se cultivaron en Italia eran de color amarillo y en 1554 fueron descritos por el botánico italiano Piero Andrea Mattioli como "pomo d'oro", manzana dorada, de aquí el nombre de "pomodoro". En Nápoles se descubrió un libro de cocina con recetas a base de tomate que fue publicado en 1692, aunque aparentemente el autor obtuvo sus recetas de fuentes españolas
En la Francia del siglo XVIII fueron conocidos como "pomme d'amour" (o manzana de amor); hoy los de color rojo están más extendidos.
De acuerdo con Smith, en Gran Bretaña el tomate no se comenzó a cultivar sino hasta 1590. Uno de los primeros cultivadores fue John Gerard, un peluquero-cirujano. El libro titulado "Hierbas de Gerard", fue publicado en 1597, y fue en gran medida plagiado de fuentes continentales, es también uno de las referencias más antiguas del tomate en Inglaterra. Gerard supo que el tomate se consumió tanto en España como en Italia. Sin embargo, él afirmaba que era tóxico (las hojas y los tallos del tomate contienen glicoalcaloides tóxicos, pero la fruta es segura). Los puntos de vista de Gerard eran influyentes, y el tomate se consideró no apto para ser consumido (aunque no necesariamente tóxico) durante muchos años en Gran Bretaña y sus colonias norteamericanas.
wikipedia: Solanum lycopersicum
Y la historia se llena de "pommes d'amour" y de pomodoros venenosos y de gente que se copia libros y de tomateras cultivadas a las puertas de las casas o en las macetas de las terrazas ... Y con todo ello las calles pueden parecer llenas de espías y de aventuras porque en cada objeto y en cada alimento hay una historia secreta que no todos conocen.
"Es peix Nicolau", figura de Pere Pujol
Hace unos años pensé que estas y otras historias podrían aún ser interesantes para los niños de ahora y me agencié con un buen puñado de estas historias, antiguas y modernas, como la de Baird, el inventor de la televisión o la de los semáforos y de una imagen o, mejor, de un dibujo para cada una de ellas. Durante los últimos años, se contaba una historia que debía ser escrita de manera resumida y a la que se añadía una foto. Con ello hacíamos un librito - diez folios doblados - con nueve historias interesantes y una portada.
Es verdad que Einstein es ineludible, pero yo me siento más cercano de aquellos mecánicos de bicicletas que, con un chasis, unas alas (y los alerones) y un motor hicieron volar, tras muchos intentos, el primer avión sobre las arenas de una playa.
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