fabian | 16 Octubre, 2006 11:03
En el Diario de Mallorca del viernes pasado, Joan Riera publica en su columna Sa Torreta un artículo sobre la escultura del navegante Jaume Ferrer de Joan Grauches que se encuentra en la Plaza de Atarazanas de Palma. Me ha parecido de bastante interés y como los artículos periodísticos son de muy difícil o casi imposible localización en Internet pasados pocos días, lo reproduzco aquí.
Jaume Ferrer, en Drassanes
¿Cómo afronta un escultor la representación de un personaje sobre cuya existencia se tienen muy pocos datos? Este problema se le debió plantear a Joan Grauches cuando recibió el encargo de esculpir la figura de Jaume Ferrer. Sabemos tan poco del creador de la escultura como del personaje.
Ese Jaume Ferrer que mira hacia el horizonte por entre los edificios del Consolat de la Mar y ses Minyones fue uno de los grandes navegantes mallorquines. En 1346, más concretamente el 10 de agosto, día de San Lorenzo, llegó al río de Oro, en las costas de lo que hoy es Gambia. Fue el primer europeo conocido en navegar por las costas del África. Lo hizo tres cuartos se siglo antes de que llegaran allí los marineros portugueses.
En ocasiones se afirma que es catalán y en otras se le atribuye un origen mallorquín. Sin embargo, el dato no tiene mayor importancia porque el siglo XIV un mallorquín podía ser llamado catalán sin temor a que se desatara ningún conflicto.
La escultura de Joan Grauches sobre Jaume FerrerLa escultura de Grauches sustituyó a una anterior de Jacint Mateu que había sido inaugurada en 1843. El municipio no se mostró muy generoso a la hora de pagar y el artista llegó a amenazar a un concejal con derribar la escultura si no le abonaban sus emolumentos. En cualquier caso, la estatua de Mateu duró poco más de 70 años. En 1915 estaba tan deteriorada que el consistorio decidió sustituirla por la actual, que costó 2.140 pesetas.
Observo el monumento y concluyo que conocemos más sobre los avatares de estas piedras que sobre el héroe que las ha inspirado. Tal vez esta es la razón por la que el artista tuvo que sobrecargarla con símbolos que reforzaran su carácter marinero. Este palmesano estático viste capa, calzas y camisa corta. En su cinto, un puñal corto. A sus pies, un timón, una cuerda, un ancla rota y un noray. La columna sobre la que se yergue tiene dos deterioradas cabezas de león de los que brota el agua de una fuente. Una única inscripción: "Jaime Ferrer, navegante mallorquín del siglo XIV".
La referencia escrita a su hazaña africana procede del Atlas català de los cartógrafos Abraham y Jafudà Cresques. Frente a las costas de Africa se escribe "Partich luxer dn Jac Ferrer per anar al de l´or al gorn de Sen Lorens quj es a X de agost e fo en lany MCCCXLVI".
Joan Riera: Jaume Ferrer, en Drassanes en Diario de Mallorca del 13 de octubre de 2006
Interesantes artículos los que escribe Joan Riera.
« | Març 2024 | » | ||||
---|---|---|---|---|---|---|
Dl | Dm | Dc | Dj | Dv | Ds | Dg |
1 | 2 | 3 | ||||
4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 | 10 |
11 | 12 | 13 | 14 | 15 | 16 | 17 |
18 | 19 | 20 | 21 | 22 | 23 | 24 |
25 | 26 | 27 | 28 | 29 | 30 | 31 |