fabian | 08 Maig, 2014 15:55
Fa algun temps va arribar a les meves orelles la notícia que s'intentaven fer, o s'estaven fent, a Mallorca recerques de petroli a base dels sondatges a gran fondària; l'amor a la meva terra em fa donar un crit d'alarma respecte d'aquesta qüestió. Potser no hi ha res més temptador que les investigacions petrolíferes; si el petroli surt, milionari en poc temps, però ¿i si no surt?, llavors la pèrdua del capital, en certs casos la ruïna i sempre la pèrdua de les il·lusions, que potser siga el pitjor de tot. A Mallorca això és més de témer que a altres punts, donada la nostra psicologia que tem especialment les despeses preliminars de tot negoci; no vacil·larem en desprendre tot el capital si una persona amb bona o mala fe ens assegura que hi ha una mina per a fer-nos rics, però, en canvi, no ens preocuparem de tractar de veure si allò és o no factible mitjançant un estudi tècnic previ, perquè ha de costar pessetes. Tothom recorda Mallorca, durant la guerra, amb la febre de fer pous de recerca de carbons, enterrant mils i mils de pessetes sense demanar un consell a cap tècnic que per pocs diners, relativament, hauria evitat aquelles despeses inútils i desencoratjadores. Amb el petroli pot passar igual o pitjor. Mallorca no és terra de petroli; però això no basta dir-ho, s'ha de demostrar i aquest és l'objecte del present treball.
El título que antecede a las anteriores palabras es "Els petrolis a Mallorca. Algunes consideracions sobre la seva possible existència" y está escrito por Bartomeu Darder Pericàs, publicado en La Nostra Terra : revista mensual de literatura, art y ciencies, Diciembre de 1928 (fotografías 32 a 36).
Bartomeu Darder Pericàs (1894 - 1944) fue geólogo, realizó numerosos trabajos de investigación en Mallorca, la península y en el extranjero (scholar.google). Estudió especialmente las aguas subterráneas.
fabian | 08 Maig, 2014 11:56
Desde una enumeración de publicaciones que considera "menores", Rosselló Pòrcel señala la búsqueda de noticias de los ciudadanos de Palma al ser éstas parte de un intensísimo discurso que se desarrollaba en todas las zonas de esa España que se estaba formando constitucionalmente en torno al Cádiz de 1812.
El periodismo en Mallorca
Redactor de Mallorca
IX
En el primer período constitucional de España era intensísima la vida política. A pesar de la ignorancia popular y del desconocimiento absoluto de los negocios públicos —entonces por primera vez tratados por toda la nación— se vivía intensamente, ciudadanamente y todo el mundo, desde el más ínfimo hasta el más alto, tenía derecho a inmiscuirse en la buena macha de la patria, de aquella patria que parecía haber descubierto la guerra de la Independencia.
En Palma las discusiones políticas llegaron a su más alto grado. Todas las disputas que tenían lugar en las Cortes de Cádiz, excitarían otras tantas en nuestra ciudad dividida profundamente por los dos bandos enemigos irreconciliables: liberales y serviles.
Ya habrá visto el lector cuántas polémicas hubo entre los diferentes periódicos que aquí salían y cuan encarnizados eran los adversarios. Ahora bien, la prensa citada no constituye sino una parte —la principal— de la que se publicaba en Palma. Además de los periódicos a que hemos pasado revista veían también la luz muchísimos más inferiores es verdad a los primeros, pero que demuestran eficazmente que Palma se interesaba de verdad por todas las cuestiones ciudadanas. He aquí una lista comentada de periódicos que podríamos llamar menores de aquellos agitados tiempos.
El Redactor de Mallorca empezó a salir y murió en 1813. Era bisemanario. pues se publicaba los jueves y los domingos y tan solo imprimió (en la Casa Guasp) diez números. Su carácter era liberal templado no desdeñando la inserción de noticias.
El Cometa vio la luz pública en 12 de enero de 1814. Únicamente salieron dos números impresos por Miguel Domingo. La mayor parte de sus artículos es copia de otros periódicos. Es también liberal templado.
Otra clase de periódicos publicaron nuestros editores y son los reproducidos. Cuando llegaban a Palma los números de una publicación de la península había siempre gran ínteres por adquirirlos, interés que crecía cuando aquellos eran portadores de noticias de importancia. Entonces los impresores palmesanos los reimprimían y los daban a la venta, con gran éxito, debido al número de compradores. Es este otro detalle que demuestra el ambiente reinante en la ciudad, el ansia general por saber lo que había ocurrido. Bástenos decir que en la plaza de Cort había perenne reunión de gente que se comunicaba mutuamente la actualidad, algo atrasada gracias a la deficiencia en las comunicaciones. En esta nueva ágora mallorquína eran leídos con afán los periódicos reimpresos y los del país.
Entre los primeros —cuya lista exacta estamos por decir que es imposible — hemos visto los siguientes:
La Atalaya de la Mancha. Periódico absolutista de Madrid que logró publicar siete tomos. Guasp y García reimprimieron varios números en 1814.
El Lucindo. Periódico valenciano antiliberal publicado en Palma por Guasp. Este mismo impresor reimprimió muchísimos más: he aquí algunos: Correo de Gerona (1808), Extracto del diario italiano y del Correo de Milán {1815), Periódico Momentáneo de Valencia, El Fernandino (1814), Periódico Político Mercantil de Barcelona (1815), Redactor Constitucional de Valencia (1820), Gazeta de Valencia (1808), Gazeta Extraordinaria de Madrid (1815). etc., etc., todos ellos de tono antiliberal.
También Miguel Domingo reprodujo algunos, entre ellos El Observador Moral Político y Militar de la Corona de Aragón (1810) y El Robespierre Español. Amigo de las Leyes, periódico este último que constituía la extrema izquierda española y que veía la luz en Cádiz.
Todas estas publicaciones se veían completadas por una ingente multitud de folletos y libros que muchas veces los combatían. A través de ellos se puede estudiar muy bien la índole moral del pueblo español desde la guerra con Francia hasta la reacción fernandina de 1815 que, a grandes trazos, hemos imaginado así: en un principio, a comienzos de siglo, la gente ilustrada traía ya en germen la renovación y revolución de España. La invasión napoleónica fue un magnifico pretexto para movilizar a los escogidos y constituir las Cortes de Cádiz. Allí luchan las dos clases opuestas del país. Es una pugna noble, declarada, franca. Vence el absolutismo apoyado por el pueblo y los liberales huyen o son presos en su mayor parte.
Pero queda en el ambiente algo, mucho de su espíritu. Algo que obligará a Fernando en 1820 a jurar la Constitución y a pedir, más tarde, auxilio a los cien mil hijos de San Luis. A pesar de todo, y a la larga, vence el espíritu democrático y esa victoria cuyo primer fundamento está en Cádiz tiene otro más lejano: la Revolución Francesa.
Las primeras Cortes constituyentes son sus hijas espirituales.
B. Rosselló Pòrcel
P. S. Por este tiempo empezaron a salir periódicos en la isla hermana, Menorca. No nos ocuparemos de ellos por ahora por haber dedicado desde un principio este estudio a los mallorquines. No despreciamos por ello el tema que es interesantísimo y se lo brindamos a los investigadores de historia menorquina. Lo mismo decimos de los periódicos ibicencos. Caso de no ver (como quisiéramos) recogida nuestra invitación, tal vez publicaremos algún día la historia de los periódicos de Menorca e Ibiza.
El Día, 14 de Septiembre de 1930.
De las publicaciones indicadas por Rosselló, no he visto ninguna digitalizada, aunque algunas de ellas como "Atalaya de la Mancha" o "El Cometa" son citadas por Bover.
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