fabian | 29 Maig, 2014 16:49
Extraña página la llamada Plataforma de Digitalització del Patrimoni Cultural de les Illes Balears. Pertenece al "Govern Balear" y en su antecabecera pone: "Inici > Consellería de Educació i Cultura > Direcció General de Cultura > Plataforma de Digitalització del Patrimoni Cultural de les Illes Balears". La Dirección General de Cultura no existe y al pulsar en ese nombre da error. Los otros funcionan, pero este camino no existe a la inversa pues ni desde las páginas del Govern ni de la Conselleria de Educació hay enlace alguno a esta llamada "Plataforma de Digitalització". Así que esta página está en el aire, sin enlaces desde su origen.
Es una burla a los ciudadanos de habla castellana. Típico del pésimo gobierno de los secundones de Antich que no fueron elegidos por las urnas sino que se eligieron entre los muchos partidillos del pacto. Si se elige la opción en Castellano, comienza así:
La "Plataforma de Digitalització del Patrimoni Cultural de les Illes Balears", recollida en l'Addenda Ciutadania Digital 2007, al conveni de col·laboració entre el Ministeri d'Indústria, Turisme i Comerç i l'Administració de la Comunitat Autònoma de les Illes Balears per al desenvolupament del Pla Avança, té com a objectiu principal apropar les arts plàstiques, el patrimoni històric, etnogràfic, bibliogràfic i documental en mans de particulars o associacions a la societat a través de l'ús de les Noves Tecnologies de la Informació i les Comunicacions (NTIC).
¿Pero no habías seleccionado la opción de Castellano? Sí, pero no deben saber qué lengua es. Burla, desprecio de los "progres" hacia los ciudadanos. Mala educación. Si no son capaces de escribirlo en castellano, que no pongan la opción de elegir lengua. Es un engaño, una burla.
Quien sí enlaza los contenidos de esta Plataforma es Google, pues yo entré buscando información sobre el urbanista Gabriel Alomar Esteve y Google me condujo a un pdf que hablaba de él. Seguí el hilo de la URL ya que esto de "caib.es" me suena y alcancé el triste y pobre inicio de la Plataforma.
En esta Plataforma intervienen las siguientes entidades:
De la Academia de Bellas Artes de San Sebastián hay bastantes contenidos, 287 me indica el buscador: correspondencia, actas, presupuestos y, lo que más me interesa, lecciones inaugurales de algunos años como:
Y así otras varias. Estas "Lecciones inaugurales" son interesantísimas y es fenomenal que las hayan puesto on line, lo cual deberían hacer como rutina todas las instituciones, colgar los discursos, conferencias, etc. , lo cual aún no suelen hacer.
De la "Administració de la Comunitat Autònoma de les Illes Balears. Inventari d'obres d'art." hay 1681 contenidos. 445 del "Ateneu científic, literari i artístic de Maó". La "Fundació Cultural Coll Bardolet" presenta 160 resultados; el "Grup Filatèlic i del Col·leccionisme de Palma", 374 elementos; 502 el "Institut d'Estudis Eivissencs"; 471 el "Museu d'Etnografia de Formentera" y 3002 la "Societat Arqueològica Lul·liana".
Lástima de la portada-presentación en una sola lengua, pues parece que el tema de los contenidos es, en principio, interesante.
Adolece esta "Plataforma" de dinamicidad e información al interesado. Intentaré explicarme. Una biblioteca, un museo, son elementos dinámicos que van añadiendo contenidos cada cierto tiempo. Si hay un equipo de digitalización - no hay ninguna información sobre él - se supone que van digitalizando y añadiendo contenidos. La información de "Novedades" indica que esa web o portal está en movimiento e informa al que acude en repetidas ocasiones de los cambios habidos. La ausencia de este espacio da una sensación de algo hecho pero que no se mueve, de que no se añade nada y no invita a volver a esa Plataforma. Se supone que cada año añaden la "lección inaugural" del curso y otros contenidos, lo cual no se sabe al faltar el espacio de "Novedades".
Por otra parte, los portales dinámicos utilizan sistemas de información variados sobre los nuevos contenidos, ya sea un sistema de correo electrónico como los que usa Dialnet que informan a los suscritos cuando se añade un nuevo número de la revista a la que te has apuntado o un RSS. Así, si me interesan los contenidos de la Academia de Bellas Artes, recibiría la información de una novedad en sus contenidos ya por un RSS o por un correo electrónico.
Tal como está, si añaden un nuevo contenido no hay forma de enterarse.
La intención de esta Plataforma está bien, pero no el servicio que presta. En principio, si dan a elegir las dos lenguas mayoritarias entre los ciudadanos de las islas, pues deben estar las dos lenguas. Tal como está es de mala educación, de engaño y burla al ciudadano. No basta que estén los contenidos digitalizados, debe haber información sobre ellos y, para mí importante, información sobre las novedades y, mejor, si hay un sistema de avisos adecuado sobre ello.
fabian | 29 Maig, 2014 12:37
No hace muchos días, Jesús García Marín, trotamundos que publica un artículo semanal en la "Última Hora" de Palma, como esta entrevista a Plinio Apuleyo quien pasó algún verano en Mallorca acompañando a García Márquez, me envió unas fotos de prensa antigua que había encontrado en venta en Madrid: "Se venden en Madrid, en la Casa Postal, calle Libertad", me indicaba. Se trata de "El Mallorquín", uno de los nombres que tomó el "Diario" de Guasp en algún momento del siglo XIX.
En el artículo de Rosselló Pòrcel que transcribo hoy aparece este periódico cuyas imágenes me envía Jesús, por lo que las añado a estas líneas. Gracias, Jesús.
Periodismo en Mallorca
Las metamorfosis de un diario
XX
Así titulamos este vigésimo artículo porque en él vamos a ocuparnos principalmente de las innumerables transformaciones que —sin causa justificada, muchas veces— sufrió el título del diano que durante todo el siglo XIX publicó la Casa Guasp, la vieja imprenta mallorquína, por tantos motivos semejante al Diario de Barcelona decano de la prensa de la capital de Cataluña. Tracemos, pues, en líneas generales, la historia del periódico mallorquín que durante más años se publicara.
Empezó, como sabe el lector que haya leído nuestros artículos anteriores en 1 de noviembre de 1814 con el título de Diario Balear. En 20 de mayo de 1815 suspendió —por orden gubernativa— su publicación hasta 1 de abril de 1816, año en que volvió a salir con el mismo nombre, que cambió por el de Diario Constitucional de Palma en 18 de marzo de 1820. En 21 de septiembre del mismo año apareció con el título de Diario Constitucional Político y Mercantil de Palma hasta 31 de diciembre de 1822. El primer día de 1823 tornó a titularse Diario Constitucional de Palma hasta 7 de noviembre del mismo año en que recobró el primitivo título de Diario Balear, conservándolo hasta 24 de agosto de 1836, fecha en que volvió a nombrarse Diario Constitucional de Palma de Mallorca.
En 1 de enero de 1838, durante todo el año, se tituló Diario Constitucional de Palma. Diario Constitucional desde 1 de enero de 1839 hasta 30 de septiembre del mismo año; Diario Constitucional de Palma desde 1 de octubre de 1839 a 31 de julio de 1845, en que cambió otra vez su título por el de Diario Constitucional de Palma de Mallorca hasta 31 de diciembre de 1851. Desde 1 de enero de 1852 a 30 de noviembre de 1856 se publicó con el nombre de Diario de Palma cambiando por enésima vez su título por El Mallorquín en 1 de diciembre de 1856 hasta 31 de agosto de 1861 retornando al precedente Diario de Palma en 1 de septiembre de 1861, ya definitivamente, hasta principios de nuestro siglo.
Hemos hablado ya en nuestros artículos XI y XIX del Diario Balear hasta 1836. Vamos a ocuparnos ahora del llamado Diario Constitucional de Palma de Mallorca.
El Diario Balear de 22 de agosto de 1836 publicó un suplemento en el cual el gobernador de la provincia, conde de Ayamans, participa oficialmente a los mallorquines que la reina gobernadora en nombre de su augusta hija la reina doña Isabel II había decretado el retorno de España al régimen constitucional y había jurado la Constitución que en 1812 construyeran con tanto cariño los prohombres de Cádiz. Al cabo de dos días, en 24 de agosto, el Diario Balear, celebrando tan fausto suceso unió a su título la palabra constitucional. Pocos días después publicaba un extraordinario con el resultado de las elecciones de diputados a Cortes. Fueron elegidos don Pedro Juan Morell, don Luis San Simón Orlandis, don Ignacio Balanzat, mariscal de campo, don Francisco Preto y don Martín María Boneo. Pocos meses después publica ya relación detallada de las sesiones del Congreso. El país ha vueto al sistema constitucional.
El Diario vuelve a admitir artículos comunicados sobre asuntos de interés público y son muchos los articulistas anónimos que se enzarzan en polémicas de todas clases.
El Diario publica también nutrido noticiario nacional, revista de prensa, noticias de las facciones, entusiastas sonetos y poesías, bendiciendo el nombre de Cristina en todos los tonos, himnos firmados por ciudadanos en los que la palabra Constitución (de rima tan fácil) aconsonanta con todas las voces en on que tengan sentido cívico y liberal. Un ejemplo:
Libertad, libertad, españoles,
harto tiempo reinó la opresión,
no más déspotas ya ni tiranos,
viva, viva la Constitución.Constitución es la palabra mágica. El diario la escribe, con frecuencia, con mayúsculas; es la palabra que más se repite, continuamente tropezamos con ella en la lectura del Diario, que publica el texto de la de Cádiz, como folletín. Diariamente se imprimen relaciones de las fiestas que con motivo de la jura y proclamación de la Constitución tenían lugar en todas las ciudades de España.
Guasp, impresor y librero a la vez, publica también anuncios de libros que tenía en venta y entre los cuales se ven muestras románticas. Pocos años más adelante el Diario inserta, traducidos, versos de Lamartine.
***
En ia Biblioteca Municipal hemos encontrado cinco números de un periódico que no habíamos podido examinar. Trátase del Redactor de Mallorca cuyo primer número apareció en 16 de mayo de 1813 impreso por Melchor Guasp.
Salía bisemanalmente y publicó tan solo diez números, cada uno de los cuales costaba seis cuartos. En uno de ellos publicó el siguiente, y curioso, aviso: «Será tanta nuestra liberalidad que insertaremos también en nuestro periódico los discursos que se nos remitan contra nosotros mismos, garbosidad que no hemos visto en ningún otro periódico de cuantos se han publicado en esta ciudad.»
Publicaba también una interesante revista de prensa palmesana; era liberal templado. El número cinco —último de los existentes en la Biblioteca Municipal— fue impreso por Buenaventura Villalonga.
B. Rosselló Pòrcel
El Día, 20 de Septiembre de 1931.
En la Biblioteca Virtual de Prensa Histórica se encuentran bastantes de los títulos enunciados en este artículo. El Diario constitucional de Palma de Mallorca, de 1836 es continuación del Diario Balear de 1823 a 1836. El "Redactor de Mallorca" de 1813 no está digitalizado, ni tampoco "El Mallorquín".
(Segueix)fabian | 28 Maig, 2014 12:07
Tratar la prensa mallorquina de 1823 a 1836 es hablar del "Diario Balear" de Felipe Guasp, único periódico que se publicó en esos años. El "Diario Balear" había nacido en 1814, en mayo de 1815 fue prohibido junto al resto de la prensa, pero Felipe Guasp consiguió para esta cabecera una real licencia, por lo que volvió a salir a partir de abril de 1816. Conservador y absolutista, la real licencia le permitió publicarse en tiempos de prohibición de la libertad de prensa como fue esta época de 1823 a 1836.
Periodismo en Mallorca
1823 - 1836
XIX
El día 7 de noviembre de 1823 en la primera página del renacido Diario Balear de Guasp se publicaba la nota siguiente: «Los acontecimientos del día y los que sucederán a este cambio de gobierno son muy interesantes para que carezca el público de su noticia. Este impresor que antes de 1820 obtuvo el privilegio de Su Majestad para imprimir el Diario Balear, vueltas otra vez las cosas a aquel estado empezará desde hoy a hacer uso de aquella gracia. El Diario Balear se imprimirá en esta forma y el precio de la suscripción mensual será de diez reales vellón. Se insertarán en él los decretos y reales órdenes que se expidan, las noticias que contenga la gaceta del gobierno y algunos artículos útiles sobre industria que acaso se ofrezcan. Los suscriptores del diario que se llamó constitucional podrán continuar suscritos a este; los que no estuviesen en ánimo de hacerlo se servirán avisar en esta oficina.» Aquel mismo número del Diario Balear contiene el manifiesto a la nación que escribiera Fernando VII contra el sistema constitucional, declarándose rey absoluto con todas las prerrogativas del poder personal, divino e indiscutible. Documento, que con otros muchos que firmara el Deseado formaría una interesantísima antología. Publica también el Diario el nombramiento Real de capitán general de las Baleares —autoridad suprema, virrey en la plenitud de su autoridad— a favor de D. José Tavemer, llegado al puerto en una escuadra francesa, recibido con pompa y solemnidades de oficio. Sigue después un bando del marqués del Reguer, regidor perpetuo de la ciudad, suplicando orden y moderación y condenando los motines que en aquellos días se introdujeron contra los llamados negros (liberales). En el número siguiente vemos también una pastoral del obispo de Mallorca alegrándose de la desaparición del sistema constitucional y recomendando a sus feligreses la obediencia, como vasallos, al Rey Neto.
Este es el principio —punto por punto reseñado— del nuevo y forzado aspecto que toma la prensa palmesana en 1823, aspecto que debía continuar hasta 1836, tres años después de la muerte del hijo de Carlos IV.
El Diario Balear que imprimía Guasp, fue durante estos años el único consentido y publicado, con superior permiso. Pocos comentarios merece su lectura. El Diario se convierte en máquina de reproducción de todos los artículos que publicaban los periódicos gubernamentales —el Brusi de Barcelona, en muy frecuentes ocasiones— y de todos los decretos y reales órdenes que firmaba el Rey. Es, únicamente, un periódico oficial, oficialmente tratado. Una gaceta provincial. Al ordenar la inclusión de decretos en el Diario el jefe político lo hace con la siguiente frase: «Disponemos que sea publicado en el diario de la provincia.» Publica un restringido noticiario extranjero, las salidas y entradas de barcos y faluchos en el puerto, las encíclicas de los pontífices, pastorales episcopales, que ocupan números y números, anuncios de funciones teatrales y religiosas, cartas y artículos sobre agricultura, odas en los días de onomástico real, los documentos de la causa seguida contra el general Riego, las «cartas que el nunca bien ponderado héroe de la Nación, el Excmo. Sr. Capitán General de los Reinos de Valencia y Murcia, don Francisco Xavier de Elio escribió a su señor hermano y a su estimada esposa en los últimos momentos de su vida el día 3 de septiembre de 1822», las relaciones de los festejos celebrados en honor de la Real Familia, a la vuelta de su forzado destierro en el sur de España, prisionera de los infames liberales, la entrada en Madrid de Fernando, entre el llanto de alegría de los buenos realistas y las entusiastas exclamaciones del público o de la plebe que pocos días después debía escarnecer sangrientamente los últimos momentos de Riego, las proclamas del ejército francés triunfante, etc., etc. Todo un mundo apasionado y de lucha puede ser adivinado a través de estas frías páginas del Diario Balear.
En este inmenso fárrago de papel no hemos encontrado una disonancia, un grito. La política ha muerto. España acepta el Rey Absoluto, España —la España de 1830— no quiere Constitución. EJ pueblo —los de abajo y los de arriba— no quiere la libertad. Lejos, entre las brumas londinenses, unos cuantos hombres conspiran. Los fracasos liberales se suceden . En 1823 cae Riego. En 1825 cae el Empecinado. En 1831, Torrijos y sus hombres son fusilados junto al mar.
...Hasta 1836. A través del Diario Balear contemplamos el drama de España. La lucha sorda y empeñada. Hasta 1836 el Diario Balear es un periódico del Gobierno...
***
Diario de provincia, hemos pensado. Hemos recordado que por estos mismos años de 1830 Quadrado estudiaba en el Colegio de los Jesuitas y con él Tomás Aguiló, y Montis. En estos años se educan y se forman quienes debían fundar La Palma, el semanario que fue modelo para nuestros escritores en todo el siglo XIX. Quadrado se educó en este ambiente recoleto, de isla, donde las ligerezas de George Sand fueron calificadas de procacidades. El mismo Quadrado, en un artículo famoso, la insultó agriamente. En este pacífico ambiente, tan reacción-anti-XVIII (perdón por la frase casi monstruosa) se engendraron las direcciones que el pensamiento mallorquín debía seguir. Citemos unos nombres: Silvio Pellico, Manzoni. Y en España Milá y Fontanals. La reacción contra el enciclopedismo llevaba consigo la vuelta a la Edad Media, el Romanticismo.
De todas estas cuestiones tendremos el placer en hablar en próximos artículos
B. Rosselló Pòrcel
El Día, 13 de Septiembre de 1931.
Sobre el "Diario Balear" de 1814, ver Alta mar: El 'Diario Balear' (1814 - 1820) y Rosselló Pòrcel: Diario Balear. Sobre el de 1823: El día en que Felipe Guasp cambió la cabecera de su periódico. Tanto el "Diario Balear" de 1814 como el de 1823 están digitalizados en la Biblioteca Virtual de Prensa Histórica.
(Segueix)fabian | 27 Maig, 2014 18:36
En la sesión celebrada por esta Real Academia el día 7 de junio de 1971 fue leído y aprobado el siguiente dictamen de la Comisión Central de Monumentos, siendo ponente el Excmo. Sr. D. Gabriel Alomar, Académico correspondiente, relativo a la declaración de Monumento histórico-artístico de carácter nacional a favor de los palacios Vivot, Oleza y Dezcallar, en Palma de Mallorca.
Visto el expediente correspondiente a las declaraciones citadas y suscribiendo totalmente lo expuesto en la adjunta Memoria, es conveniente ampliarla con las siguientes declaraciones:
1ª La serie de palacios construidos y amueblados por la nobleza mallorquína bajo la influencia de la italiana (relacionada con la misma por intercambios culturales y mercantiles) entre los siglos XIV y principios del XIX es seguramente la más importante que ha subsistido en ciudad alguna española. A principios de nuestro siglo se conservaban todavía unos veinticinco palacios requísimamente amueblados, con sus colecciones de pinturas, tapices, mobiliario, etc.
Muchos son los que desde entonces han sido destruidos totalmente, empezando por el llamado de los Bonapart, de fines del siglo XIV, o el de los Cotoner, grandes maestres de Malta. De otros, como el de los Despuig, unido a otro gran maestre de Malta y al ilustre cardenal humanista del mismo nombre, el de Togores y el de Berga, habiendo perdido el atuendo interior, han conservado por lo menos la fachada.
En el momento actual quedan todavía diez ostentando la parte fundamental de su mobiliario y que pueden considerarse de primer orden.
Uno de ellos tiene ya la calificación de Monumento histórico-artístico : el de los Marqueses de Sollerich o Morell.
Tres, los de Vivot-Sureda (Marqueses de Vivot), Descatlar (Marqueses del Palmer) y Oleza, se hallan incluidos en el presente expediente.
Los seis restantes, que se van a citar a continuación, deberían ser igualmente declarados: Rotten (Marqueses de Campofranco), Truyols (Marqueses de la Torre), Villalonga-Mir, Quint-Zaforteza, España (Condes de España) y Morell-Verd.
2ª Todos los palacios citados, incluso los tres a que se refiere el presente expediente, gozan de protección oficial por hallarse incluidos en el Conjunto histórico-artístico de Palma de Mallorca declarado por Decreto de 2-7-64. [...]
Gabriel Alomar: Los palacios Vivot, Olaza y Dezcallar, en Palma de Mallorca
Boletín de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, núm. 35, segundo semestre (1972), pp.74-75
No sé qué hacer con estos documentos. Deben ser enlazados, pero ¿cómo y dónde clasificarlos? Debiera haber información sobre todo esto en algún lugar. Debieran ser agrupados los de Palma y Mallorca. Fue digitalizado en el 2013.
fabian | 27 Maig, 2014 12:16
Rosselló Pòrcel termina en este artículo sus comentarios sobre la prensa mallorquina de los años del Trienio Liberal, 1820 - 1823. "En la historia de nuestra prensa son relativamente frecuentes los casos de periódicos sin importancia, de tiraje reducidísimo y de historia mucho más reducida todavía puesto que solo a unos pocos números alcanza", indica.
De las publicaciones que indica Rosselló, no hay ninguna digitalizada.
(Segueix)Periodismo en Mallorca
Sociedad Patriótica
XVIII
Poco después del pronunciamiento de Riego empezó a salir este periódico bisemanal, editado por García, desde 25 de mayo de 1820 a 28 de septiembre del mismo año publicando cuarenta y seis números de cuatro páginas cada uno; la suscripción se hacia por treinta números y costaba quince reales, el ejemplar valía un sueldo, en la librería de Carbonell. Hemos visto la colección completa de esie periódico en la Biblioteca Provincial, encuadernada con curiosísimos papeles sueltos de la época: pasquines, proclamas, extraordinarios, etc.
El lema de la Sociedad Patriótica Mallorquina es igualdad y unión. El título del periódico coincide con el nombre de la Sociedad a la que sirve de portavoz y cuyas actas y anuncios publica con suma frecuencia. La impresión es muy deficiente: no llegó García con sus periódicos a la perfección alcanzada por la Imprenta Guasp, modelo de pulcritud y belleza en casi todas las hojas que publicara. El tono de la Sociedad Patriótica es liberal; en su prospecto, con pintoresco estilo, afirma que «las infracciones del Sagrado Código, de esta Egida impenetrable de nuestra felicidad, serán pintadas al público con aquel colorido que sabrá darles un pincel, valiente sin duda, pues que será manejado por el brazo robusto de la justicia y la razón».
Pocas novedades ofrece al lector de El Eco de Colom, esta Sociedad Patriótica Mallorquina que, de todas maneras, es un magnífico ejemplo de la vibración espiritual que sacudía la ciudad en 1820 y del entusiasmo y elevadas miras que los liberales de la época ponían en la consecución de sus aspiraciones.
Tres periódicos, de poca importancia, han escapado a nuestro examen. En ninguna biblioteca pública hemos logrado encontrarlos. Los datos que publicamos están tomados única y exclusivamente del folleto de don Joaquín María Bover sobre periodismo mallorquín.
Es el primero el titulado Es Desxondidor, impreso por Guasp, continuador del Semmanari Constitucional, Polític y Mercantil de Mallorca: su primer número se publicó en 1 de noviembre de 1822 y costaba un sueldo. Lo dirigió don Juan José Amengual quien publicó también unas hojas tituladas Es Prat i sa Bufera que aparecieron, con irregularidad, en 1822, impresas por Guasp. Salieron cinco números de cuatro páginas cada uno. Un número tan solo vio la luz del periódico El Grito de un Libre Europeo impreso por Matías Savall y Fortuny el 13 de octubre de 1822. El proyecto del editor era de continuarlo como semanario. Por su título suponemos que sería marcadamente liberal y constitucionalista.
***
Habrá notado el curioso lector que en este artículo tan solo hemos hablado de lo que podríamos llamar residuos de periódicos. En la historia de nuestra prensa son relativamente frecuentes los casos de periódicos sin importancia, de tiraje reducidísimo y de historia mucho más reducida todavía puesto que solo a unos pocos números alcanza. El caso del Diario Balear que subsistió durante todo el siglo XIX es único y poco frecuentes son los diarios que se publicaron durante más de diez años. Por cada éxito periodístico debemos contar múltiples fracasos y por un diario que merezca el elogio franco y sin reservas otros muchos sin interés alguno.
Fijémonos ahora en el trienio de 1820-1823. cuyos periódicos acabamos de estudiar en nuestros últimos artículos. Nuestro periodismo gira durante aquellos años de absoluta libertad de imprenta alrededor de la competencia establecida entre Felipe Guasp y Domingo García, propietarios o inspiradores de casi todos los periódicos que entonces vieron la luz. No dudamos en adjudicar la victoria —aplastante, absoluta— a la Imprenta Guasp. No es la primera vez que afirmamos que Felipe Guasp fue hombre de talento excepcional, que en muchas ocasiones supo prever lo que había de ser el periódico en días futuros.
Los diarios y semanarios que publicó Guasp en los tres mal llamados años son los siguientes:
- Diario Balear, que cambió este título por el de Diario Constitucional de Palma y Diario Constitucional Político y Mercantil de Palma; Redactor Constitucional Político y Mercantil de Palma; Semmanari Constitucional, Polític y Mercantil de Mallorca; Semanario Politécnico de Mallorca, Es Prat i sa Bufera; Es Desxondidor y, finalmente, El Revisor Semanal.
- Domingo García impnmió: El Eco de Colom, en dos épocas diferentes; la Miscelánea Erudita Mallorquína. de escasa duración. Correo Constitucional de Mallorca. Sociedad Patriótica Mallorquína. Correo Constitucional, Literario, Político y Mercantil de Palma. El Atleta de la Libertad y el Diario Patriótico de la Unión Española.
- Matías Savall publicó El Grito de un Libre Europeo y La Aurora Constitucional de Mallorca, sin importancia ninguna los dos.
***
Como en 1815, los secuaces del Rey Neto se vengaron cruelmente de la prensa liberal. Al retorno de su forzada excursión por Andalucía, después del abrazo fraternal a su libertador, el duque de Angulema, Fernando VII comenzó a utilizar la máquina gubernamental, expidiendo sentencias de muerte, destierro y prisión contra quienes le hicieron jurar la Constitución. La prensa —naturalmente—, fue perseguida. Aquí, en Palma, tan solo un periódico —¡voz que clama en el desierto!— continuó publicándose, ferozmente censurado: El Diario Balear. Para el historiador del periodismo un gran paréntesis se abre desde 1823 hasta 1836, tres años después de la muerte del Deseado.
Demos, románticamente (es la época), este gran paso; pronto veremos a Quadrado publicar La Palma y criticar a Victor Hugo.
B. Rosselló Pòrcel
El Día, 6 de Septiembre de 1931.
fabian | 26 Maig, 2014 18:20
Nunca había leído el nombre de Diego Angulo Iñíguez, nacido en Valverde del Camino (Huelva) en 1901, vivió y estudió en Sevilla, especialista en arte barroco, director del Museo del Prado (1968 - 1971), investigador de Historia del Arte, murió en Sevilla en 1986. Hay en Internet varias biografías, como la de Wikipedia, o la del Museo del Prado. En ellas no se nombra Mallorca y quizás no haya ninguna relación de este investigador con Mallorca más que tal vez algún viaje en los años 60.
Casualmente, buscando en la Europeana, me encuentro un artículo titulado "Santuario de Santa María de Cura (Mallorca)", de este investigador, artículo digitalizado en marzo pasado por la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, donde encuentro más información: Este artículo fue publicado en la revista "Boletín de la Real Academia de la Historia", tomo 116, de enero-marzo 1945. Pulso en el nombre del autor y, relacionados con Mallorca, encuentro los siguientes artículos:
Los artículos son cortos y se refieren a dictámenes de la Real Academia sobre declaraciones de monumentos nacionales. Son positivos los dos de Palma, pero no el de Randa. Pero, al ser argumentativos, indican el interés artístico de estos edificios.
Creo que conviene enlazarlos pues la información que los ciudadanos tenemos sobre Palma y la isla no es muy abundante o no está muy al alcance.
fabian | 26 Maig, 2014 12:16
Tres publicaciones comenta Rosselló Pòrcel en este artículo. La primera es el Semanario Politécnico de Mallorca de Victorica, del cual nos dice: "difiere en todo de las demás publicaciones de la época. Es algo serio, erudito, severo. Es inútil buscar en él el dato regocijado, la anécdota sabrosa, la observación atrevida". Se encuentra digitalizada en la Biblioteca Digital de Prensa Histórica.
La segunda publicación es el Diario Patriótico de la Unión Española, también digitalizado.
No ocurre lo mismo con el Correo Constitucional Histórico Político de Mallorca, que Rosselló sólo cita al no haber podido encontrar ni un solo número ya que fue destruída en la hoguera.
(Segueix)Periodismo en Mallorca
El Semanario Politécnico
XVII
Es este —todavía— un periódico publicado por Felipe Guasp durante el trienio liberal. Uno de los numerosos periódicos que aparecían como suplementos (de distintas clases) al Diario Balear, que con un sinnúmero de variaciones en el título siguió publicándose hasta el siglo XX. El Semanario Politécnico de Mallorca fue dirigido por don Miguel de Victorica, presbítero, exfamiliar de la Inquisición y —sin embargo— redactor años antes de la Aurora Patriótica Mallorquína y colaborador de Isidoro de Antillón en sus tareas liberalizantes. Victorica había de ser nombrado en 1822 diputado a Cortes por Mallorca. El Semanario empezó a salir en 25 de febrero de 1821 y terminó en 7 de septiembre del mismo año. De él existen dos colecciones completas en la Biblioteca Municipal. La intención de los editores era publicarlo por tomos paginados y con índice, de tal modo que la colección afectase forma de libro. En el primer tomo vieron realizados sus deseos, pero no en el segundo, del que tan solo tres números vieron la luz, desde 30 de agosto a 7 de septiembre. Los números tienen 12, 16 y 24 páginas; el papel y la impresión son excelentes. La suscripción costaba seis reales de vellón mensuales.
He aquí unos párrafos del prospecto para que el lector se haga cargo de la índole del Semanario: «Hemos pensado pues (los editores) que sobrando periódicos en esta capital que llenan la curiosidad con las noticias de cada día faltaba un escrito que diese al entendimiento un pábulo duradero, que proporcionase a los lectores un compendio de las doctrinas selectas esparcidas y a veces confusas con otras de no muy grande interés. Así, que el papel que anunciamos más bien que un periódico será un opúsculo de las ciencias política y eclesiástica. Acompañarán con frecuencia varios escritos de hombres célebres que hasta el día se hallan inéditos, o a lo menos poco conocidos; pero nunca tendrán lugar difamaciones o artículos de censura maligna que en lugar de corregir los yerros, desesperan y encarnizan a los ofendidos.»
El programa trazado en el prospecto se cumple en todas sus partes. El Semanario difiere en todo de las demás publicaciones de la época. Es algo serio, erudito, severo. Es inútil buscar en él el dato regocijado, la anécdota sabrosa, la observación atrevida. He aquí un breve índice de lo que en sus páginas aparece: artículos de Jovellanos, inéditos algunos de ellos. (Hay que tener en cuenta que los liberales de principios de siglo tenían al prisionero de Bellver como maestro y correligionario. No en balde Antillón escribió su biografía.) Dictámenes de las Cortes. Trozos —extractados y comentados— de Locke, sobre derecho político. Representaciones a las Cortes. Pastorales, decretos, planes de Enseñanza. Un «Discurso sobre la necesidad de establecer en las naciones representación nacional y Contitución para hacer su felicidad, de puro espíritu liberal». Unas «Observaciones sobre las antiguas Cortes españolas». Otro «Discurso sobre la sujeción a la autoridad civil de los eclesiásticos reos de delitos atroces», etc.
El tono general del Semanario Politécnico es de alteza de miras y de seriedad. No son muchos los periódicos de la época que puedan ser adjetivados del mismo modo.
***
El día 1 de febrero de 1823 —año XII de la Constitución y IV de la Libertad, como reza el subtítulo— vio la luz pública por primera vez el Diario Patriótico de la Unión Española, sucesor del resucitado Eco de Colom, editado por el ciudadano García. Según D. Benito Pons terminó en 5 de noviembre del mismo año. Tan solo hemos podido examinarlo —en la Biblioteca Municipal— desde sus comienzos hasta 17 de agosto de 1823; hemos visto, pues, 198 números, de cuatro páginas cada uno. La suscripción costaba doce reales vellón mensuales. Pocas novedades introdujo García en este periódico, que suponemos fue dirigido por Mendialdua. El Diario Patriótico es idéntico en todo al Eco de Colom y al Correo Constitucional de Mallorca del mismo Domingo García; por ello no nos extendemos más largamente en su examen.
***
Ni un solo número hemos podido examinar del Correo Constitucional Histórico Político de Mallorca impreso también por García desde 15 de julio de 1820 a 4 de mayo de 1821. De orden del gobierno fernandino fueron quemadas todas las colecciones que de él existían y —malaventuradamente— ni una sola de ellas ha podido salvarse. Suponemos, pero, que sería muy parecido a los demás períodos del mismo editor y director.
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N. B. En nuestro próximo artículo publicaremos la lista-resumen de periódicos mallorquines del trienio constitucional, 1820-1823. La reacción absolutista amparada por los Cien Mil Hijos de San Luis implantó la censura, más todavía, prohibió la publicación de periódicos con el objetivo claro y firme de dejar sin prensa al país. El trienio liberal es pues un oasis de libertad de imprenta que merece ser resumido.
B. Rosselló Pòrcel
El Día, 30 de Agosto de 1931.
fabian | 25 Maig, 2014 19:17
"¡Ánim, Jaume", le dicen los amigos en presencia del futuro cadáver. "Ja queda poc", reafirman el deseo de tener un cadáver por la causa. "Força, Jaume!", gritan las masas verde estanque, deseando blandir el esqueleto del mártir por la causa.
¿Tan perdidos estamos que se necesita un cadáver?
Posiblemente esta entrada la borre en pocos minutos.
fabian | 22 Maig, 2014 12:19
En la época del Trienio Liberal hubo tres publicaciones que portaban en su título las palabras "Correo Constitucional". Ver: El 'Correo constitucional, literario, político y mercantil de Palma' (1820 - 1823). La publicación que trata Rosselló Pòrcel en este artículo es el "Correo Constitucional de Mallorca" que duró desde abril a julio de 1820, cuando fue sustituído por el "Correo constitucional literario político y mercantil de Palma" que duró hasta junio de 1822 en que se fusionó con "El atleta de la Libertad" para constituir "El Eco de Colom".
Sobre este "Correo Constitucional de Mallorca", la GEM dice: "De ideología liberal constitucionalista se consideraba continuador del Aurora patriótica mallorquina y estaba vinculado a Guillem Ignasi de Montis, la principal cabeza liberal de Mallorca". Rosselló no nos da esta información y sólo nombra al editor, el "ciudadano García".
Periodismo en Mallorca
El Correo Constitucional
XVI
Cuando el impresor García publicó el último número de su Miscelánea Erudita Mallorquína —de la que en nuestro último artículo nos ocupamos— prometió al público adicto continuar la publicación bajo el título de Correo de Mallorca: su promesa se vio cumplida, puesto que al día siguiente de la desaparición de la pobrísima Miscelánea empezó a ver la luz el Correo Constitucional de Mallorca, diario que salía paginado para la encuadernación y que desde el 1 de abril de 1820 hasta 14 de julio del mismo año se imprimió sin lagunas hasta alcanzar 105 números y 526 páginas La impresión y el papel eran excelentes y publicó —con fines polémicos— bastantes extraordinarios. Cada número constaba de cuatro, ocho y doce páginas. Publicaba el santo del día y la hora de la salida y puesta del sol y. bajo el título, un grabado representando un barco en plena navegación.
Es, como impreso por García, periódico liberal exaltado que con frecuencia combate a los diarios de Guasp, acusándolos de tibieza y falta de entusiasmo en su liberalismo. Se ocupa principalmente de política y muy escasamente de noticias o información. Como todos los que salían de la imprenta de García pide a la opinión artículos comunicados. He aquí la nota que publica para ello: «Suplicamos a los Sabios de la Nación que a fin de desempeñar el importante objeto que nos hemos propuesto se sirvan ilustrarnos con sus conocimientos comunicándonos los artículos que juzgue convenientes, de que haremos uso muy gratuitamente; y serán dirigidos a la imprenta de García con firma de sujeto conocido.»
Estos artículos de los sabios con mayúscula degeneraron con frecuencia en violentas discusiones y personales insultos que el editor parece complacerse en promover. He aquí algunos de los pseudónimos con que ocultaban sus personas algunos de los autores de los comunicados: El Zelador de la buena causa y la tranquilidad; el Filósofo liberal; el Amigo de la verdad; el Imparcial; el Amante de la humanidad y de los intereses de la patria; el Liberal pobre; el Papagayo; el Liberal convaleciente, etcétera, etcétera. A uno de esos escritores improvisados que firma anónimamente T., le contesta furioso un articulista diciéndole: Sepa Vuestra Merced que T. significa tonto, tosco, truhán, tunante, temeroso y temerario... Las dos últimas páginas del Correo son lugar propicio a todos los insultos y a todas las vaciedades.
Publica también este diario las entradas y salidas de barcos y faluchos en nuestro puerto, las circulares ministeriales, los documentos y órdenes oficiales, las proclamas a la nación, y muchos artículos copiados de diarios de la península, principalmente de Valencia y Barcelona.
Publica también poesías satíricas de las que queremos dar dos ejemplos:
Definición de la Constitución
Proteger la Religión.
Atar una mano al Rey,
Soltar las dos a la Ley,
Esta es la Constitución.Retrato del Servil
Un corazón bajo y vil.
Vengativo, duro y cruel.
Es el retrato más fiel.
De un verdadero servil.Estas muestras de poesía sumadas a los himnos patrióticos de la época —el de Riego entre otros— constituyen toda la literatura del Correo. El asunto que más excitó los ánimos de las gentes de 1820, en Mallorca, ocupa en el Correo un lugar principalísimo. Nos referimos a la peste que se declaró en Son Servera, Artá y Capdepera y que causó en aquellos pueblos numerosas víctimas. El Correo publica las cartas que don Tomás Villalonga —figura gallarda y romántica de nuestro siglo XIX— escribiera a las autoridades palmesanas conminándolas a enviar recursos y medicinas o de lo contrario prepararse para sufrir la terrible enferrnedad que él mismo conduciría poniéndose a la cabeza de una horda de apestados y marchando hacia Palma, con desprecio del cordón militar sanitario y dispuesto a todo. La ciudad, atemorizada,.expidió inmediatamente las ayudas deseadas. Sobre esta cuestión sanitaria hay en el Correo una infinidad de cartas, artículos y comunicados que demuestran claramente el pánico —cerval en verdad— que de Palma se había apoderado.
Frecuentes son también en el Correo los detalles anticlericales. La época lo llevaba consigo. Por aquellos mismos días, de orden del jefe político, se explicaba diariamente en el convento de los Dominicos la Constitución de Cádiz, verdadero trágala a quienes colaboraron en el Semanario Cristiano-Político...
En el Correo se hace burla de Llaneras, el diputado mallorquín que en Cádiz votara en pro de la Inquisición. Se dan detalles del asalto al edificio del Tribunal de la Fe, que en Palma tuvo lugar por aquellos días. Se dedican infinitos sonetos y odas a la memoria de Lacy. Se trabaja, en una palabra, para sostener una situación qne solo dos años más debía durar.
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Matías Savall publicó durante cinco días un periódico titulado La Aurora Constitucional de Mallorca. Del 20 al 24 de abril de 1820. Introdujo la novedad de que para publicar comunicados había que pagar tres cuartos a beneficio del hospital de la Ciudad. Publicó tan solo manifiestos y decretos, sin ningún interés especial.
B. Rosselló Pòrcel
El Día, 23 de Agosto de 1931.
Estas publicacines, el "Correo Constitucional de Mallorca" y "La Aurora Constitucional de Mallorca", no están digitalizadas.
(Segueix)fabian | 21 Maig, 2014 12:16
Tres publicaciones de la época del Trienio Liberal recoge en este artículo Rosselló Pòrcel. Son "El Revisor Semanal", el "Semmanari Constitucional, Polític y Mercantil de Mallorca" y la "Miscelánea Erudita Mallorquína". Ninguno de ellos está digitalizado y los dos últimos no son citados por Bover.
El "ciudadano García", a quien se refiere este artículo es el editor de el Correo constitucional, literario, político y mercantil de Palma, El Eco de Colom y de El Atleta de la Libertad, publicaciones a las que Rosselló dedicó sendos artículos.
(Segueix)Periodismo en Mallorca
El Revisor Semanal
XV
Es este, uno de los periódicos que durante el trienio consütucional publicara en Palma la Imprenta Guasp, y que fueron dirigidos por su propietario, Felipe Guasp, hombre liberal y gran periodista. Tenía el sentido de lo que debe ser un periódico y lo exponía en las páginas de los que publicaba. Dio con frecuencia normas y consejos sobre periodismo, aprendidos por él en la realidad de la redacción. Fue Felipe Guasp un gran ejemplo de honradez y sinceridad profesional y, sobre todo, un gran autodidacta.
El Revisor Semanal empezó a salir en dos de marzo de 1823 y terminó en veinte de julio del mismo año. Es pues un ejemplo de los infinitos fracasos que la prensa mallorquina ha sufrido en todo tiempo. Constaban sus números de 12, 16 y hasta 20 páginas. El papel y la impresión son excelentes. Su conducta estaba inspirada en tres principales máximas: 1ª Fidelidad a los principios de la Constitución. 2ª Tolerancia en las opiniones. 3ª Respeto a las personas. Estos principios son seguidos fielmente por el Revisor. La crítica que semanalmentc hace de los artículos pubhcados en los diarios palmesanos es de una finura y urbanidad. jamàs acostumbrada hasta entonces, en nuestra prensa. Frecuentemente ataca —con repugnància a veces— a los diarios que publicaba el ciudadano García; no pueden sufrir los redactores del Revisor su grosería, su carencia de amabilidad. El Revisor es un periódico aristocratamente liberal Hace obra de izquierdas con los guantes puestos. Convence sin vociferar, censura sin desgañitarse. En una época en que la cólera es digna de excusa —el rey viaja por fuerza hacia Cádiz, el duque de Angulema publica su manifiesto— el Revisor se mantiene con toda dignidad en su puesto de combate y lucha como el mejor discípulo de Antillón.
Su corta duración no le impidió alcanzar una cierta perfección periódica; publica noticias extranjeras y nacionales, crítica de teatros y libros y numerosísimos comentarios a la actualidad. En su Redacción —que lo era también de otras hojas— se recibían diarios extranjeros y nacionales en ingente cantidad. Entre ellas es digno de notar El Español que en Londres publicaba Blanco White.
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Según un manuscrito que gracias a la amabilidad del hijo de su autor, don Benito Pons y Fábregues, poseemos, el periódico titulado Semmanari Constitucional, Polític y Mercantil de Mallorca empezó a salir en 2 de diciembre de 1820 y terminó en 8 de junio de 1822. Lo dirigió don Juan José Amengua!. Tan solo hemos podido examinarlo desde su primer número hasta 14 de julio de 1821.
Se imprimía en casa de Felipe Guasp Está escrito en mallorquín, pero ¡cuán lejos el mallorquín literario, pulido y ornamentado de hoy de aquellos rústicos y primitivos ensayos en dialecto! La decadencia de nuestra lengua causa lástima a quien la observa en aquellos pobrisimos párrafos, castellanizados y vacíos. Imposible parece que de entre aquellas tristes ruinas pudiera salir un artista que con ellos mismos construyera un nuevo edificio. No hablemos ya de quienes, como Aguiló, volvieron muy atrás en busca de la lengua y la encontraron, fresca y lozana, en Blanquerna y Tirant lo Blanc, fijémonos en quienes encontraron un tesoro donde tan solo había cieno y podredumbre. En D. Pedro A. Peña, por ejemplo, que de la lengua popular, tan decaída, hizo el milagro de sus poesías.
Como ejemplo del estilo y de la ortografía mallorquína de la época —triste exhumación— hemos copiado unos párrafos del prospecto del Semmanari:
«Un periòdic en llengua del país titolat Semmanari Constitucional, Polític y Mercantil de Mallorca sortirà tots los dissabtes començant el dia 2 de desembre. i contendrà quatre fulles en quarto. En ell s'explicarà la Constitució, seguint el orde de los seus principals articles, i ademés se donarà una noticia de los preus corrents de Palma, Inca y Sineu. El únic desig de ser útils a los qui no entenen el castellà, fent-los veure les ventatges que mos duu la Constitució és lo que mos mou a la nostra empresa. Admetrem gustosos los escrits que se mos comuniquen cuyo fi sia la conservació de la justa i vertadera Llibertat. Fogirem tant de les màximes filles dc la arbitrarietat i despotisme com de l'exaltació i entusiasme imprudent qui mos poden acarrear tota espècie de mals.
No mos emplearem en escriure totes les coses del nostro cap, los periòdics més il·lustrats, i los millors llibres seran los nostres Mestres i això creim que bastarà perquè sia conegut el nostro total desprendiment de ambició i amor propi.
S'admetran les suscrípcions en la llibreria de Carbonell i tres sous per cada mes, i los exemplars sueltos se vendran a un sou cada un.»
El Semmanari Constitucional, representa, pues, el máximo acercamiento de los liberales al pueblo, a aquel pueblo que no se dejaba convencer y que gritaba siempre: ¡Vivan las cadenas! Está constituido, página tras página, por artículos de la Constitución traducidos y largamente comentados por unos diálogos entre imaginarios personajes populares que se convencen mutuamente de las bondades de la Constitución y la Libertad. Poco podemos decir del éxito de este semanario que, contradictoriamente, se alaba a veces del gran número de suscriptores y se queja, en ocasiones, de su poca venta. Triste es decirío para la causa liberal, pero es la verdad que leyéndolo hemos tenido la sensación y el recuerdo del Diari de Buja.
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El impresor García empezó en 24 de marzo de 1820 un diario que feneció el 31 de! mismo mes. Se tituló Miscelánea Erudita Mallorquína. Salía por la mañana y costaba ocho reales vellón al mes. En su último número el editor manifiesta su deseo de cambiar el título por el de Correo de Mallorca. Constaba de cuatro páginas y se ensañó, bien injustamente por cierto, con el Redactor Constitucional de Guasp. Con él sumamos un fracaso más en los anales de nuestra prensa.
B. Rosselló Pòrcel.
El Día, 16 de Agosto de 1931.
fabian | 20 Maig, 2014 12:22
El "Redactor Constitucional", periódico liberal de tiempos del Trienio Liberal, no está digitalizado. Fue uno de los periódicos perseguidos y quemados en 1823. "Esta colección incompleta que examinamos es tal vez única", dice Rosselló en el artículo. Así que sólo podemos hacernos una idea de esta publicación por sus palabras.
(Segueix)Periodismo en Mallorca
Redactor Constitucional
XIV
Ya nos ocupamos en un articulo anterior del elevado tono y del gran valor literario que tomaba el Diario Balear en las épocas en que el feroz absolutismo fernandino dejaba momentos de libertad a sus redactores. Explicamos también en otro lugar sus frecuentes cambios de título y sus vueltas a una vida vulgar y anodina cuando la represión amenazaba las plumas liberales. El elogio que de Felipe Guasp, director del Diario, hicimos entonces, debemos repetírlo, aumentado, al ocuparnos del Redactor Constitucional y Político de Mallorca. Copiemos, como principio, el prospecto que se repartió días antes de empezar su publicación: «Gozando la nación española en virtud de la Constitución Política decretada en Cádiz en el año doce y jurada por el monarca en siete de marzo de los corrientes, de una sabia y arreglada libertad de imprenta, madre fecunda de grandes ingenios en todas las edades, pueblos y naciones, se puede esperar que se reproduzcan entre nosotros aquellos escritos sabios y luminosos que vimos en años pasados y que se animen a dar al público sus producciones los que antes, bajo la férula inquisitorial, no se atrevían siquiera a pensar. En virtud de esta libertad ya se han visto en casi todos los puntos de la península anunciarse nuevos periódicos y discursos sueltos que no es justo ignore el que no quiere ser forastero en su misma patria. Hubiéramos deseado poderlos anunciar en el diario (el Balear) para no gravar a los suscriptores, pero no siendo posible por su número y prolijidad he determinado empezar un nuevo periódico con el título de Redactor Constitucional y Político de Mallorca donde se insertarán no solo los artículos más interesantes de los expresados periódicos sino los que se nos remitan y merezcan ver la luz pública. Los que quieran suscribirse lo verificarán en esta imprenta y en la librería de Carbonell.» La suscripción costaba dos reales vellón a los suscriptores del Diario y quince a quienes no lo eran. Salía irregularmenie, aunque los espacios mayores de número a número no llegan a cinco días. Lo imprimía y dirigía Felipe Guasp. Empezó en 22 de mayo de 1820 y concluyó en 8 de enero del año siguiente. Tan solo hemos podido examinarlo desde su principio hasta 30 de junio de 1820, día en que anuncia la transformación en folio de su tamaño. El papel y la impresión son magníficos, de los mejores de la época; el interés del editor por la perfección del periódico era grande. Continuamente se preocupa por las mejoras factibles y traza planes que en ocasiones se traslucen en las páginas del Redactor. No publicó absolutamente nada de lo que ya salía en el Diario Balear y traduce con frecuencia artículos de diarios franceses y hasta ingleses, en alguna ocasión.
No publica comunicados y esto, de poca importancia al parecer, contribuye enormemente al tono elevado del periódico; casi nunca desciende a pequeños detalles de la vida cotidiana, sino que se mantiene en un tono elevado y de pura adoctrinación.
El carácter del Redactor Constitucional y Político es, esencialmente, liberal. Sus francas manifestaciones de liberalismo lograron que más adelante fuera quemado por orden gubernativa. La reacción buscó con ansias vengativas todos sus ejemplares. Esta colección incompleta que examinamos es tal vez única. Por su magnífico estado de conservación parece haber pertenecido a alguno de aquellos liberales que la concibieron...
En uno de sus primeros números publica el Manifiesto que, a consecuencia de la actitud de los generales Riego y Quiroga, dirigió Fernando VII a la nación. La lectura de este documento, que a los liberales de la época causara infantil regocijo, inspira al lector la más profunda conmiseración para quienes no supieron ver su felonía. La pluma real que escribió aquellas dos frases: «He jurado esa Constitución, por la cual suspirabais, y seré siempre su más firme apoyo», «marchemos francamente, y yo el primero, por la senda constitucional» había firmado la sentencia de muerte de Lacy y debía firmar más tarde la de Riego. La mano que debía incitar la rebelión de los Guardias Reales debía también hacer que el conde de España fuese capitán general de Cataluña.
En este mismo Redactor se publican los manifiestos dirigidos a las distintas provincias por sus nuevos jefes políticos: «Sevillanos: Ya tenemos Patria; cesó el imperio de la arbitriaridad y la ignorancia...». Así comienza una de ellas, escrita en aquel característico estilo grandilocuente de la época que, sin embargo, exponía a la luz todo un mundo de sinceridad y de entusiasmo. Al azar hemos copiado unas frases entre las múltiples características del período: «Si al grito lanzado por España en 1808 ha debido Europa su independencia, al que acaba de lanzar en 1828 deberá su libertad.» ¡Pobre libertad aherrojada tres años después por aquellos mismos que de ella debían sernos acreedores! «El arrostrar el patíbulo por la causa de la patria es un deber riguroso.» Palabras de triste exactitud y realidad.
Todo ese conjunto de anhelos y desengaños, de aspiraciones y desesperanzas pasa por las columnas del Redactor, atento a las menores vibraciones nacionales, vigilante y alerta, siempre a la espera del menor detalle que pudiese favorecer la causa constitucional, la causa de la patria.
Son escasas las noticias que publica. Relaciones de festejos constitucionales en Madrid y Barcelona, infracciones de Constitución; pero toda su atención está fija en la información política por medio de documentos, artículos y discursos copiados de los periódicos de la península.
En su esperanza en la perennidad del estado de cosas el editor publicó todo lo que pueda conservarlo. He aquí un fragmento de una Carta de un literato español residente en París, como ejemplo de lo dicho: «Los sucesos de España han admirado a toda Europa, que mira con el mayor respeto a una nación a quien despreciaba antes, lo mismo que a los marroquíes. Desde estas cosas nos detienen en las calles los conocidos y no conocidos, nos abrazan, nos besan y nos ensalzan. Lo mismo sucede en Alemania, que piensa que el ejemplo de España hará romper las cadenas a todos los pueblos. Los españoles han llegado a ser de moda y así está fija sobre ellos la atención de todas las naciones.» Estas letras nos recuerdan los frecuentes destierros de nuestros escritores desde Moratín a Meléndez y las penalidades y molestias de aquellos que, como Antillón, no lograron huir de la patria. El trienio constitucional debió ser para estos literatos —como les llama el Redactor— un breve paréntesis de libertad, seguido otra vez por la larga amargura de los años absolutistas. Por vez primera encontramos en este periódico una tímida propaganda electoral. Se aconseja al pueblo que vote a los verdaderos liberales. Fueron elegidos diputados el conde de Montenegro, don Guillermo Moragues y don Miguel de Victorica.
Otro gran orador salió de Mallorca para Madrid en aquel entonces.
Nos referimos a Argüelles, que se encontraba desterrado en la isla y que fue recibido en Palma con gran alegría.
Si en dos palabras debiéramos juzgar el Redactor Constitucional y Político de Mallorca diríamos que es un tratado de liberalismo escrito por los elementos intelectuales de la Mallorca del trienio.
B. Rosselló Pòrcel
El Día, 9 de Agosto de 1931.
fabian | 19 Maig, 2014 18:48
La Biblioteca Virtual de Prensa Histórica, además de los buscadores que posee, presenta la posibilidad de buscar por Lugares, que indican la localidad de la Biblioteca Pública del Estado donde están los ejemplares origen de la digitalización. Para ello presenta un mapa de España en el que aparecen limitadas las autonomías y, en ellas, las provincias.
Al pulsar en las islas Baleares, aparecen, ordenadas alfabéticamente, el nombre de las siguientes poblaciones que yo reúno por islas y a las que añado el número de publicaciones que ofrece cada una de ellas.
Quizá convenga indicar de antemano que las publicaciones digitalizadas son del siglo XIX y las dos primeras décadas del siglo XX. Tal vez por ello, no hay ninguna publicación de Ibiza.No es que en Ibiza no haya bibliotecas (Bibliotecas de Ibiza), pero no sé cuándo fueron creadas.
Bibliotecas de Menorca y número de publicaciones digitalizadas
Bibliotecas de Mallorca y número de publicaciones digitalizadas
No creo que de estos datos puedan extraerse conclusiones fiables pues el programa de digitalización se interrumpió por la crisis económica, porque no están todas la publicaciones que se realizaron y porque hay varias o bastantes publicaciones llamadas de la "Part Forana" que no se encuentran en esta Biblioteca Virtual. Pese a ello me queda la sospecha de que la isla con mayor profusión de prensa es Menorca.
Ahora bien, es sólo una sospecha. Desconozco si hay algún estudio general sobre la prensa en las Baleares.
fabian | 19 Maig, 2014 10:48
Tras haber tratado El Eco de Colom, Rosselló Pòrcel sigue tratando en este artículo la prensa de la época del Trienio Liberal.
Periodismo en Mallorca
El Atleta de la Libertad
XIII
Fueron los mismos los editores de El Eco de Colom, El Atleta de la Libertad y el Correo Constitucional. Literario, Político y Mercantil de Palma. Los tres diarios tuvieron idéntico tono político y los tres se publicaron durante el trienio constitucional de 1820. De El Eco ya dijimos que tuvo su primera época en aquel año y que volvió a salir desde 15 de junio de 1822 hasta 31 de enero del año siguiente. El Atleta de la Libertad tuvo más corta duración; de 15 abril 1822 a 15 de junio del mismo año. El Correo vio la luz pública desde 15 de julio de 1820 a 14 de junio de 1822. Así pues el Atleta y el Correo vieron terminada su publicación para dar lugar, en un mismo día, a la de El Eco de Colom, en el que desde entonces se unieron los esfuerzos de los editores.
El Atleta de la Libertad, del cual hemos examinado tan solo unos números en la Biblioteca Provincial, encuadernados por cierto con la colección del Correo, pues que los dos son de parecido tamaño, se imprimía en casa de Matías Savall. Publicó tan solo sesenta números; constaba de cuatro páginas, en buen papel y la suscripción mensual era de 12 reales. Lo dirigía, según Bover, el P. A. Rosselló Sureda, trinitario, liberal extremista, según hemos podido inducir de su actuación y postura violentas en algunos procesos de prensa de la época. Era su lema igual al de El Eco de Colom : Nos animat Patria libertas et dulcís amenae libertatis amor. Por su carácter político —del que hemos hablado ya largamente en el artículo anterior— y por su corta duración no nos extenderemos más en el examen de este periódico.
El Correo Constitucional, Literario. Político y Mercantil de Palma salía de las prensas de Domingo García, ciudadano (así se titula él mismo en el pie de imprenta) que habitaba en la plaza de Cort. Constaba de cuatro páginas de tamaño mayor al de los díanos que hasta ahora nos han ocupado y era su lema, diariamente publicado, Constitución o Muerte.
No hemos averiguado con certeza quien fuera su director, aunque suponemos que el referido padre Rosselló tomaría gran parte en la tarea de confeccionarlo. Es diario extremadamente liberal y constitucionalista; diariamente publica —y ocupa para ello casi la mitad de sus páginas— las Sesiones de Cortes. La otra mitad está enteramente empleada en el noticiario —en muy pocas ocasiones extranjero— y en los artículos comunicados que en el Correo son la esencia de la trivialidad y estamos por decir de la torpeza. ¡Cuán lejos se halla el lector de los diarios doceañistas y de las plumas amigas y ensalzadoras de Isidoro de Antillón! Sin hablar ya del estilo, que brilla por su ausencia, carecen estas páginas de comunicados de toda sintaxis, de la más elemental ortografía Podríamos multiplicar los ejemplos, pero conténtese el lector con uno.
De esta manera principia una carta de polémica que publica el Correo: «Señor escrupuloso: por el ilo se saca el obillo...» Sin comentarios. La culpa de los mil desaciertos que sallan a la vista en las páginas de este diario es la escasa o nula selección que el editor hacía en los escritos que se le enviaban para publicar. Eso mismo ya fue observado por los lectores de la época. En uno de los números del Correo encontramos una carta que dice textualmente. «Sr. Editor Vd. es hombre que debe tener cara de tía, pues veo que todos llegan a contarle sus cuitas y salen consolados...» No hace falta continuar. La lectura del Correo es penosa y aburrida. Ni un destello de ingenio y originalidad en sus páginas. Ni un artículo de curiosa lectura. Por el contrario, monotonía y aridez. Sesiones de Cortes, noticias y comunicados banales. Nada más.
De tanto en cuanto alguna canción patriótica del batallón tal que proclama su ardiente fe constitucional; versos rimbombantes y ripiosos, obra de coplistas populacheros. Algún anuncio de Carbonell, el librero; pocos suplementos y todos ellos continuación de los artículos comunicados. La antorcha liberal se apaga lentamente. Parece renacer en El Eco de Colom y muere definitivamente algo más tarde.
Entran en España los Cien Mil Hijos de San Luis y quienes combatieron a Napoleón y quemaron la Aurora Patriótica les abrazan fraternalmente...
B. Rosselló Pòrcel
El Día, 2 de Agosto de 1931.
Tanto el Atleta de la Libertad como el Correo Constitucional. Literario, Político y Mercantil de Palma, están digitalizados en la Biblioteca Virtual de Prensa Histórica. Ver: 'El atleta de la libertad' (1822) y El 'Correo constitucional, literario, político y mercantil de Palma' (1820 - 1823).
(Segueix)fabian | 15 Maig, 2014 11:45
Inicia Rosselló Pòrcel el segundo verano dedicado a tratar sobre la prensa de Mallorca con la del Trienio Liberal (1820 - 1823). En el año 1820 hay una explosión de prensa ya que se restablece la libertad de expresión y el Rey Fernando VII jura la Constitución de Cádiz. No toda la prensa de este período (conocida gracias a Bover) ni existe ni está digitalizada, ya que tras este corto período liberal, la represión quemaría la prensa liberal de estos años
En dos artículos he tratado este período: Del 'Sexenio absolutista' (1814 - 1820) al 'Trienio liberal' (1820 - 1823). Prensa y El 'Correo constitucional, literario, político y mercantil de Palma' (1820 - 1823), donde recojo la información que da Bover sobre la prensa de este período y sobre El Eco de Colom, protagonista de este artículo.
Periodismo en Mallorca
El Eco de Colom
XII
Había empezado a salir este diario en el año 1820. Cesó en su publicación y en 15 de junio de 1822 comenzó su segunda y última época terminada en 31 de enero de 1823. Publicó 198 números. Lo imprimió Domingo García y constaba de ocho páginas regularmente; casi nunca publicaba extraordinarios o suplementos a no ser por razones polémicas. La suscripción mensual era de 12 reales de vellón y se vendía en la plaza de Cort, librería de Carbonell y en su propia imprenta. Era su lema el siguiente: Nos animat Patria libertas et dulcís amenae libertatis amor. Estas palabras y las que publicara en uno de sus primeros números nos darán su filiación política. Decía: «Defender con noble y majestuosa grandeza la libertad y los derechos del hombre es una de las más sagradas obligaciones del escritor público.» «Todo debe arrostrarse con gusto para conservar el caro y precioso titulo de hombre libre.» Su título nos indica también claramente su significación: El Eco de Colom, de Joanot Colom, del gran rebelde mallorquín, según los redactores del diario debía excitar la dormida sensibilidad política del pueblo de Mallorca, debía convertirle en liberal. Esta es la palabra. El Eco de Colom vivía pues en un medio hostil a su personalidad. El pueblo no respondió nunca a sus excitaciones; al contrario cuando por segunda vez se vio derrumbado en España el sistema constitucional, las turbas enfurecidas registraron las casas de los liberales y quemaron todas las colecciones que encontraron. Fue, en verdad, un registro minucioso. Muy pocas colecciones se salvaron. De la primera época no quedó ni un solo ejemplar. De la segunda conocemos una colección completa existente en la Biblioteca Municipal, colección que perteneció a la magnífica hemeroteca mallorquína que poseyera don Jaime L. Garau. Lo redactó, según Bover, don Francisco Mendialdua que dirigió más adelante en Madrid El Eco del Comercio.
Era El Eco de Colom un periódico esencialmente político, perseguía casi exclusivamente un objeto: conseguir establecer para siempre en España la Constitución de Cádiz, desterrar el absolutismo. Por esto su noticiario se reduce a dar al lector noticias de política y a comentarlas de acuerdo con sus ideas. Las nuevas del extranjero eran publicadas con un mes de retraso, las nacionales quince días después de haber tenido lugar los hechos que relataban. Con frecuencia las noticias se copiaban y extractaban de los diarios madrileños inmediatamente después de su llegada. Si eran noticias importantes o contenían algún triunfo de la causa liberal se publicaban con grandes titulares, cosa poco frecuente dado el tamaño reducido de El Eco. Así cuando, por ejemplo, sube al poder un ministerio liberal dan la noticia de la siguiente manera: «Para satisfacción de los buenos y desengaño de los serviles nos apresuramos con gusto a publicar la lista de los patriotas que han sido nombrados para el ministerio.» Se adivina en este y en otros muchos casos la fruición que el redactor experimenta con la nueva feliz. En 10 de septiembre de 1822 publican, con grandes letras, lo siguiente: «Rasgo de justicia. También al verdugo azotan.» Ha sido condenado a muerte en Valencia el general Elio, traidor a la Constitución. Se reciben también noticias por carias particulares y se imprimen indicando su procedencia. También se pueden leer en El Eco las sesiones de Cortes y las notas, largas a veces, de cuerdas de presidiarios que son conducidos a Canarias, África o Baleares, ya que nuestras islas fueron tenidas durante largo tiempo como destierro peor que el siberiano de los zares y que desde Jovellanos hasta fines del siglo XIX fueron muchos los que pagaron sus delitos políticos en Mallorca.
Pero la parte más importante de El Eco de Colom la constituyen, como hemos dicho, sus artículos políticos, que como en toda la prensa de la época se dividen en comunicados y no comunicados. Los primeros son casi siempre de polémica, pero no de polémica doctrinaria y pacífica sino violentos y ofensivos en ocasiones. En las dos últimas páginas de El Eco se discute todo y de todo, bajo los más extravagantes seudónimos. Los insultos, las quejas, las reclamaciones, las preguntas intencionadas se suceden diariamente unas a otras. A veces el diario no basta a tanta carta de defensa y ofensa y se publican suplementos, expresamente. Los editores ponen también su poco —muy poco en realidad— en la batalla. Publican entre los comunicados una sección nombrada susurros de la que vamos a dar dos muestras. He aquí un susurro típico: «Plaza de Cort. ¡Qué modo de charlar! Vaya, ¡no se puede sufrir tanto dicharacho! ¿Pues no dicen que los serviles, anilleros y pasteleros se protegen mutuamente y que los liberales están dormidos? ¡Esto es mucho! Que los picaros se protejan, ¡pase!; pero que los liberales duermen, eso, ¡ni con chocolate!; los hijos de la patria no sufrirán jamás una maldad; primero morir en la demanda.» He aquí otro ejemplo: «Pregunta suelta. ¿Hay jubileo en el Castillo de Bellver? ¿A qué diablos tanta gente va allí? Cuando el río suena agua lleva... ¡Ojo! Van a honrar la memoria de Lacy.» La explicación de este suelto es la siguiente: el célebre padre Ferrer, editor del Diari de Buja promovía todavía escándalos con sus insultos a los liberales. Publicó, por entonces, un folleto titulado Espíritu y bondad, pero mal uso de la Constitución, que fue inmediatamente denunciado a la Junta de Censura por los liberales El autor fue condenado a presidio que debía cumplirse en el Castillo de Bellver; allí fue visitado por sus amigos, numerosos por cierto, y el hecho promovió la nota de El Eco.
Los artículos doctrinales no son muy numerosos. Los hay sobre sociedades secretas, sobre política absolutista, entonces llamada anillera o pastelera: sobre conspiraciones anticonstituaonales, la del 7 de julio, por ejemplo, el asesinato de Landáburu, la perfidia del rey, el temor a la pérdida de la libertad excita enormemente a los liberales de Mallorca y llena páginas y páginas de El Eco. Las poesías satíricas, de ingenio algo burdo sin caer en la grosería, son notables por su sinceridad. Hemos copiado algunas estrofas. He aquí la primera de una «Canción del Londito Constitucional, vestido de verdades amargas»:
La Constitución de España
es un código de leyes
que protege a la Nación.
Y no la quieren los reyes,
ay londito, londito, londón,
porque no pueden mandar
como hasta aquí se mandó, etc.Canciones como esta, parecida por su forma al conocido «Trágala», eran después cantadas por las calles de la ciudad por grupos de jóvenes que promovían con ello fuertes escándalos. He aquí otra típica letrilla titulada «Las suposiciones o el trágalo todo»:
Todos debemos creer
que el rey espontáneamente
juró el código vigente
porque buen rey quiso ser.
Mas si llegamos a ver
a sus guardias conspirando
a su familia tramando
y aún él mismo consentir
¿Qué podremos inferir?
No sé.- Pues vamos tragando.Vemos con esta clase de poesías que el elemento liberal del trienio intentó acercarse a la masa popular aunque no lo lograra. Los constitucionalistas del 12 eran más doctrinarios, más elevados, habían bebido directamente en las fuentes de la Enciclopedia y de la Revolución. Se mantuvieron siempre aristócratas. En 1812 asistimos al primer acercamiento entre los directores y el pueblo, en Mallorca. Durante bastantes días publicó El Eco encabezando su primera página unas «Letrillas consolatorias». No resistimos, a trueque de cansar al lector, a la tentación de copiar dos de ellas. Dice la primera:
Los males de nuestra patria
a su colmo van llegando
y ya de Constitución
solo el nombre va quedando.
Somos sí, libres de boca
y en la realidad esclavos.
Pero esto qué importa? Nada.
Moderación, ciudadanos.Y la segunda:
Existe en el Pirineo
un ejército gabacho
que diz que pronto vendrá
a reducimos a esdavos.
Y el gobierno? ¡Se hace el tonto!
y quiere que lo seamos.
Mas esto qué importa? Nada.
Moderación, ciudadanos.Se nota en esos versos angustiosos lodo el dolor de quienes contemplaban la falacia de los de arriba y la estupidez de los de abajo. Y sin embargo, la idea republicana no aparece sino muy débilmente, con medias palabras, imperceptible, en algún número de El Eco. Los liberales del trienio, al menos públicamente, eran todos monárquicos. Fueron necesarias muchas experiencias para que en el siglo XIX las izquierdas cambiaran sus preferencias hacia otro régimen.
Los anuncios son escasísimos. Tan solo el librero Carbonell, infatigable, sigue en su propaganda. He aquí cómo hace el elogio de un libro de los que vende: "El Confesionario de los Penitentes Negros". Esta obrita manifiesta la escandalosa conducta de la Inquisición y su infernal modo de enjuiciar, sus tramas y demás iniquidades anexas y conexas al mismo tribunal.» La infantilidad del anuncio está en clara consonancia con la del diario en otros muchos aspectos.
El Eco de Colom combinó su publicación con la del Correo Constitucional, Literario, Político y Mercantil de Palma y con El Atleta de la Libertad. De estos diarios hablaremos en el próximo artículo.
B. Rosselló Pòrcel
El Día, 19 de Julio de 1931.
El Eco de Colom no se encuentra digitalizado.
(Segueix)fabian | 14 Maig, 2014 12:25
El siguiente artículo cierra la primera etapa o verano de los artículos que Rosselló Pòrcel dedicó a la prensa antigua. Esta etapa va desde el 20 de julio al 28 de septiembre de 1930: un verano. Las fechas serán similares en la siguiente etapa, de julio a septiembre de 1931, otra decena de artículos, tratando cada uno de ellos una cabecera.
El título o cabecera de este artículo es complicado pues variaba con frecuencia.
Periodismo en Mallorca
Diario Balear
XI
He aquí un periódico extraño, el más extraño de cuantos hemos examinado. Empezó en 1814 y en 1860 seguía publicándose, pero durante ese lapso de tiempo había cambiado de título nada menos que catorce veces. A pesar de ello es fácil comprender, leyendo las colecciones, que unas se suceden a otras —con títulos diferentes— gracias a los tipos de imprenta, al formato y al espíritu del diario que es muy parecido siempre. Hagamos la historia de las variaciones del Diario Balear hasta 1873.
El primer número vio la luz en 1 de noviembre de 1814 y continuó saliendo hasta 20 de mayo del año siguiente. Suspendida y prohibida la publicación de periódicos en toda España por orden de Fernando VII, el Diario se vio obligado a pedir un permiso especial que le fue concedido más adelante. Aprovechándolo —y siempre censurado — volvió a salir en 1 de abril de 1816. Siguió con el mismo título hasta 18 de marzo de 1820, día en que, jurada la Constitución por el rey salió con el encabezamiento de Diario Constitucional de Palma. Por razones que desconocemos volvió a cambiar su nombre en 21 de septiembre del mismo año llamándose Diario Constitucional Político y Mercantil de Palma hasta el último día de 1822 en que vuelve a titularse Diario Constitucional de Palma. Desde 7 de noviembre de 1823. gracias a las circunstancias políticas, recobró el primitivo título Diario Balear y continuó así hasta 24 de agosto de 1836. Había muerto el Absoluto y la reina gobernadora concedía a los españoles un poco de libertad, aprovechada por los editores del Diario para intitularlo Diario Constitucional de Palma de Mallorca hasta 31 de diciembre del mismo año en que vuelve a cambiar, para variar también más tarde, terminando ya en el siglo XIX como Diario de Palma.
Perdónenos el lector lista tan árida que nos hemos visto obligados a incluir, para que el presente artículo fuese completo. Vamos ahora a estudiar la índole del Diario.
En sus primeras épocas, desde la reacción del quince a 1820, es un ejemplar representativo de la gran pobreza espiritual de quienes lo censuraban. Enn todos los ejemplares lleva el signo de aquellos a quienes se debe su poco valor ideológico, con superior permiso. Ni un artículo alguno original hemos leído en aquellas páginas; los editores ni siquiera se atrevían a presentarlo a la censura porque no ignoraban que sobre el autor y tal vez sobre ellos caería prontamente la venganza de quienes gobernaban. ¡Cuánta diferencia de este Diario Balear a los de la época doceañista! No cabe la comparación. Véase un corto extracto de lo que publicaba: las entradas y salidas de barcos y correos, una multitud de reales Ordenes, bandos y decretos, los precios comerciaJes del día, algunos anuncios de alquileres, compras-ventas y libros, varias fábulas de poquísimo mérito literario, algunos artículos científicos copiados de otros periódicos, una página media, por numero, de noticiario nacional y extranjero, pobrísimo casi siempre, sonetos y odas en alabanza del Deseado, las condenas gubernativas que recaían sobre los liberales, que eran enviados durante años y años a los terribles presidios africanos, los anuncios de funciones religiosas y los de teatro y muy pocas cosas más. Ni una sola manifestación del espíritu ciudadano.
Esta monotonía, que demuestra, más que nada, el lastimoso estado de España durante la primera reacción y durante la ominosa década, para decirlo en el pintoresco lenguaje de la época, se ve truncada en el trienio constitucional, en un vibrante estallido de amor patriótico y de conciencia de la soberanía nacional.
Demos una ojeada a las colecciones del Diario Constitucional Político y Mercantil de Palma y a las del Diario Constitucional de Palma, que son la mejor demostración del gran renacimiento del ideario de las Cortes de Cádiz. Aquel periódico imprimía diariamente bajo su título el siguiente lema: «Así expresar la sana opinión común como rectificar la equivocada es el más digno objeto de un periódico liberal.» Desde el momento en que se decreta la libertad de imprenta, las fuerzas latentes que habían pugnado ocultamente para conseguirla salen a la luz en una multitud de artículos y cartas de polémica que igualan, si no superan a las publicadas en 1812. ¡Libertad o muerte! ¡Viva la nación! Son los gritos que están en boca de todos y que se multiplican en las columnas del diario El lector ve pasar la Historia —sincera y verídica— a través de estas páginas no empañadas por el hálito de la mentira.
Y no es solo la parte de artículos de fondo que mejora gracias al decreto de libertad, sino también el noticiario, que se hace más nutrido y abundante. Y el noticiario local que se comenta de un modo y con un estilo que parecen actuales.
La parte poética —aunque literariamente pésima— está llena de una emoción tan agradable para el lector que se hace interesante casi siempre y lo mismo los artículos relativos a las Cortes españolas, francesas e inglesas, muy numerosos.
Lo mismo sucede con el Diario Constitucional Político y Mercantil de Palma, que pone en la portada de sus colecciones Diario... del año 2º de nuestra gloriosa restauración y undécimo de la Constitución de la Monarquía española. En muchos números el entusiasmo público se refleja de tal modo en las páginas del Diario que las polémicas cesan por completo y solo se dirigen cantos de alabanza al nuevo estado de cosas como si se avecinara una nueva Edad de Oro.
Entre muchos trabajos dignos de mención insertos en el Diario y que suprimimos por falta de espacio y por no cansar al lector, hemos visto una curiosa «Acción de gracias que dirigen a las Cortes los niños de Palma por el decreto de prohibición de azotes en las escuelas», reforma pedagógica que ya había propuesto en Cádiz el gran Antillón.
Las odas a la libertad se suceden continuamente, como también las que van dirigidas a los que por ella murieron. Más adelante, desde la muerte de Femando VII, el aspecto del Diario es muy parecido al que tenía durante este interesantísimo trienio constitucional.
***
¿Y quién era el editor del Diario Balear? Necesario es nombrarlo con todo respeto, como a todo artesano de una obra bella y acabada. El impresor del diario era Felipe Guasp, quien siempre se desvivió por su mayor perfección. La colección del Diario Balear por sí sola honraría a cualquier imprenta, y más mérito tiene aquella que, como la Casa Guasp, es la más antigua de Mallorca y estoy por decir que de España.
***
Una nota simpática hemos de añadir para terminar este artículo y se refiere al aspecto literario de estos periódicos. Ellos nos ofrecen en un titubeo delicioso, las primeras muestras del romanticismo. Ya encontramos, por primera vez, definiciones de la nueva tendencia literaria y hasta biografías de sus más altos representantes extranjeros. Waller Scott, Chateaubriand, Lord Byron... Toda la gran escuela que Espronceda, joven y entusiasta, debió leer maravillado.
P. S. Causas ajenas a nuestra voluntad nos impiden seguir publicando por ahora la historia de nuestro periodismo, aunque tenemos el firme propósito de continuarla tan pronto como ello esté en nuestros medios. Sea, pues, esta una despedida temporal con el lector asiduo.
B. Rosselló Pòrcel
El Día, 28 de Septiembre de 1930.
El "Diario Balear" se encuentra digitalizado en la Biblioteca Virtual de Prensa Histórica, aunque se encuentra en sus diferentes denominaciones en varios lugares. Para seguirlos, ver El 'Diario Balear' (1814 - 1820), Los diarios constitucionales de los años 1820 - 1823, El periódico de Felipe Guasp (de 1814 a 1862) y El día en que Felipe Guasp cambió la cabecera de su periódico.
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