fabian | 04 Gener, 2011 11:40
Hay exposiciones de alto valor informativo que está en mi interés recoger cuando también se presentan de manera virtual.,tal como hace la Biblioteca Nacional de España con sus Exposiciones Virtuales, pero también hay exposiciones de "cosillas", muchas veces curiosas, como botellines, pipas de fumar, llaveros, etc. Son fruto - al igual que los museos o las bibliotecas - del coleccionismo.
En la BNE hay un apartado llamado Ephemera dedicado a dibujos y grabados singulares, es decir, que no están en los libros sino en cajas de cerillas, en orlas de los puros, calendarios, postales, tarjetas comerciales, etc.
Felicitación de Navidad del sereno. 1900-1910. Cromolitografía (Eph/514(93))
Fue tradicional durante un tiempo la felicitación del aguinaldo. Algunas profesiones preparaban para la Navidad unas pequeñas tarjetas de felicitación que se daban al cliente y éste respondía con alguna propina o aguinaldo. En alguna película queda la imagen del guardia urbano que dirigía la circulación con los regalos o aguinaldos que la gente le hacía, había incluso algún pavo, botellas de cava o sidra, turrones, etc.
Se considera generalmente que la primera tarjeta de Navidad se editó en 1843 por iniciativa de un editor inglés, Henry Cole, que encargó unos dibujos que luego imprimió y remitió a sus amistades. Con el paso del tiempo su idea fue calando y se generalizó su empleo en Gran Bretaña y otros países europeos. Sin embargo, con anterioridad a esa fecha, se tiene constancia en España de una primera felicitación navideña impresa en 1831, obra de los repartidores del Diario de Barcelona.
Las felicitaciones de los trabajadores de oficios públicos eran repartidas por éstos con la manifiesta intención de obtener una gratificación. La llegada de la cromolitografía al mundo de las artes gráficas, a partir de mediados del siglo XIX, inunda de color las felicitaciones que cada año mandaban imprimir los servidores públicos. Serenos, panaderos, lecheros, electricistas, aprendices, barberos, repartidores de periódicos y otros trabajadores felicitaban las Pascuas por medio de tarjetas con una estética propia muy característica. [...]
Las fórmulas o frases de felicitación son casi siempre las mismas y están impresas o estampadas en el anverso de la tarjeta: “El cartero felicita a usted las Pascuas de Navidad” o “El farolero les desea Felices Navidades”; mientras que el texto en verso con el que el trabajador pide el aguinaldo hace referencia a las peculiaridades de cada oficio y está impreso en el verso de la tarjeta.
La Biblioteca Nacional de España conserva una excelente representación de felicitaciones de oficios desde finales del siglo XIX hasta 1960 que permite estudiar y comprobar la evolución de estas tarjetas en cuanto a su iconografía, técnica y estética.
Rosario Ramos Pérez (Departamento de Bellas Artes y Cartografía de la BNE): Felicitaciones de Navidad de oficios (en el Blog de la BNE)
Felicitación de Navidad del cartero. 1950-1960. Cromolitografía (Eph/536(4))
No es que la BNE haya hecho una exposición con estos tarjetones navideños de tiempos pasado, sino que ha tenido la iniciativa de que pudiéramos felicitar estas fiestas a quien quisiéramos enviándoles alguna de estas tarjetas. Hoy día son historias de otros tiempos, pequeñas historias, curiosidades.
En Palma, la Biblioteca Luis Alemany, de la Misericordia, guarda felicitaciones navideñas de este tipo.
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