fabian | 15 Juny, 2010 16:02
Esta mañana he encontrado el artículo de Carlos Garrido titulado El museo geológico de Bellver (DM, 03/10/2010).
[...] Saliendo del castillo, se extiende el antiguo camino de tierra hacia Génova. Lo que vendría a ser una especie de carrer major de la zona verde. Es un sendero despejado, entre pinos. Con suelo pedregoso. Y en los laterales, se han colocado diferentes piedras a modo de decoración. Cualquier paseante puede comprobar que muchos de estos pedruscos son en realidad valiosos testimonios geológicos. Están formados por aglomeraciones de caracolas y moluscos que, con el paso de los milenios, han terminado por fosilizarse.
Y es que Bellver, además de un lugar de interés paisajístico e histórico, tiene una curiosa trayectoria geológica. La montaña está formada por aglomeraciones de sedimentos marinos de finales de la era Terciaria, entre el Mioceno y el Plioceno. Así me lo explica Andreu Muntaner, que conoce los secretos geológicos de Mallorca. Estos caracoles de piedra nos hablan de un tiempo en que parte de este terreno formaba parte del fondo marino o de las playas de guijarro que rodeaban la costa. En alguna de las canteras que existen en la zona son fáciles de ver las diferentes capas de sedimentos. Una riqueza geológica que ya advirtió Jovellanos en sus paseos de prisionero por la zona.[...]
Carlos Garrido: El museo geológico de Bellver (DM, 03/10/2009)
Lo primero que he hecho, tras haberlo leído, ha sido enlazarlo desde la página Bellver, castillo y bosque, con textos, junto con los artículos de Cambessèdes que explican la vegetación del bosque. Tienen en común estos artículos el hecho de que nos explican a quienes desconocemos las ciencias algo concreto del "aquí". No es la garriga en general, no, es la del bosque de Bellver. Esto lo supieron hacer muy bien quienes organizaron y explicaron el encuentro Geolodía 10. No es explicar teoría, sino partiendo del aquí: "esto que vemos y tocamos es ... " y de lo concreto se llega a la explicación. Es un principio básico de la educación: de lo concreto a lo abstracto, de lo cercano a lo lejano, del hoy al ayer. Siempre son caminos de ida y vuelta: conociendo lo cercano, nos aproximamos a lo lejano y, conociendo ya ahora algo de lo lejano, regresamos a lo cercano lo cual vemos ahora con nuevos ojos.
Quizás por eso siempre es importante la mirada de quien viene de fuera. Y la Mallorca de finales del siglo XIX se vio poblada de algo más que miradas de estudiosos que llegaron de allende mares. La del Archiduque Luis Salvador (ayer puse un enlace a su libro "Die Balearen") fue una, importante, pero también hubo muchas otras.
Últimamente he encontrado algún documento relacionado con la Geología de Mallorca. Así, encontré Études géologiques sur les îles Baléares. Première partie, Majorque et Minorque, par Henri Hermite y Voyage aux Iles Baléares ou recherches sur l'anatomie et la physiologie de quelques Mollusques de la Méditerranée / par le docteur F.J.H. Lacaze-Duthiers.,, ambas obras de distintos investigadores que pasaron por Mallorca en aquel final del siglo XIX
Miquel Seguí Llinàs ha escrito algo sobre los viajeros del siglo XIX y estas islas olvidadas. Uno de sus textos es "El descubrimiento de las islas olvidadas. Las Baleares y Córcega vistas por los viajeros del siglo XIX", que no sé si es un artículo o un libro. Sí he encontrado el artículo "Bibliografia sobre los Iibros de viaje a las Baleares en el siglo XIX en el que distribuye la bibliografía en varios apartados, siendo uno Libros científicos. Los define así:
Los libros cientificos corresponden a un gran movimiento de la época, producido por los cambios del mundo científico y el dominio de la razón y la experimentacion sobre la elucubración y tradición. Se crean infinidad de Sociedades científicas de todas las ramas del saber y alcanzan una gran difusión la Geografia, la Geologia y las Ciencias Naturales, lo que provocará el deseo de conocer las cosas y el desarrollo de las excursiones y viajes cientificos promovidos por dichas asociaciones. Todos estos trabajos se verán plasmados en infinidad de libros cientificos sobre los temas más dispares que promoverán este afan de saber y de conocer las cosas "in situ" y de ir a descubrir otros lugares hasta entonces no estudiados.
La lista que Miquel Seguí indica de "libros científicos" es extensa. Entre ellos aparecen algunos que ya he enlazado desde estas páginas, como los de Barceló Combis: "Flora de las islas Baleares" y el Catálogo metódico de las aves observadas en las islas Baleares. El libro de Cambessèdes Enumeratio plantarum quas in insulis Balearibus también lo encontré digitalizado. Me hubiera gustado encontrar los de Paul Bouvy, de quien traté en Paul Bouvij y Paulino Vernière, dos 'extranjeros' en la Mallorca de 1870, cuya semblanza recogí de un libro de Josep Juan Vidal y Lleonard Muntaner i Mariano titulado "El viatge a Mallorca de H:A. Pagenstecher l'any 1865", semblanza que de alguna manera ha recogido la Wikipedia alemana, ya que no hay ninguna en Castellano.
Voy a acabar este escrito con otro autor y otra obra de estos viajeros científicos que mostraron Mallorca a los propios isleños. Fue el Archiduque quien invitó a Edouard Alfred Martel (1859 - 1932) a que explorara la Cova del Drach (cueva del Dragón) en 1896. Martel era abogado pero muy aficionado a explorar cavernas, según dicen influído por las lecturas de Julio Verne. Junto con Louis Armand exploraron la cueva y hallaron un gran lago subterráneo, llamado Martel en honor a este espeleólogo, de quien no he hallado ninguna biografía en Castellano, por lo que enlazo con la francesa.
Hace unos días tuve la oportunidad de visitar las famosas Cuevas del Drach (Cuevas del Dragón) en Mallorca, y aunque las cuevas en si son un sitio impresionante, lo cierto es que el planteamiento de la visita me dejó absolutamente decepcionado.
Tal y como está organizada, esta consiste en un paseo, no a marchas forzadas, pero casi, hasta una especie de auditorio situado en la Cueva de los Franceses, a orillas del lago Martel, llamado así en honor a su descubridor Edouard Alfred Martel, desde el que escuchas un pequeño concierto interpretado por músicos que aparecen navegando por el lago en unas barcas mientras las luces van subiendo poco a poco. Una vez que acaba el concierto -y no dura más que unos minutos- vas hacia la salida para dejar sitio al siguiente grupo de visitantes, con la opción de hacerlo a pie o en barca.
A lo largo de todo este tiempo no hay un sólo cartel en ningún sitio que intente explicar nada de lo que estás viendo ni estimular la curiosidad de visitante en modo alguno, y lo único que cuentan el folleto que te dan al entrar es, al menos en mi opinión, absolutamente inadecuado [...]
Microsiervos: Cuevas del Drach (16/08/2006)
"Microsiervos" es una de las bitácoras más visitadas de España.
Bien, pues también está on line el libro (de pocas páginas) de E. A. Martel: Exploraciones subterráneas en Baleares y Cataluña (1898), traducido y con notas por Gabriel Puig y Larraz , publicado como separata del Boletín de la Comisión del Mapa Geologico de España.
En él trata la "Cova del Drach", la "Cova dels Colombs", la "Fuente submarina de la Murtra" y la "Caverna de Artá", así como otras de Cataluña.
Se quejaba Microsiervos de la información en Porto Cristo. Creo que la queja podría aumentarse y generalizarse a la información oficial que se da de gran parte de Mallorca.
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