fabian | 09 Abril, 2010 15:38
Viernes, día para recoger y ordenar la mesa de trabajo. Coloco la cámara fotográfica en un lateral, reordeno un cenicero de cerámica donde coloco pilas, radios con auriculares, dos lápices USB, traslado un libro a su estantería y me queda una página de un periódico en el cajón. Lleva ahí casi dos semanas. Cuenta la historia de un médico menorquín que estuvo en el Lazareto. El título del artículo es "El doctor de las epidemias". Escribo su nombre - Antoni Roca i Flaquer - en el Google y no me da ninguna respuesta válida. A mi vista aparecen unas letras parpadeantes: "desconocido en Internet". "Si sólo fuera en Internet", pienso. Así que abro el bloc de notas y paso un par de horas copiando el artículo. Luego, escaneo la fotografía. En las últimas líneas indicaba "Hijo Ilustre de Menorca" y recuerdo que hace un tiempo puse un enlace a la web del Consell de Mallorca en la que estaban las biografías de los Hijos Ilustres, los Adoptivos, etc. No estaban todos, sólo unos pocos. Hace un par de meses recibí un email: "No funciona el enlace, ¿qué pasa?". La respuesta fue corta: "los iconoclastas: destruir lo anterior. Cambió el gobierno". Cambió, destruyeron y no hicieron; típico.
El suplemento Baleópolis de El Mundo ya ha superado los cincuenta números. En cada uno de ellos, Elena Soto nos presenta un tema científico de actualidad y Elena Jurado la biografía de un científico o personaje ilustre de las islas. Es una fuente de información única, inexistente en muchos soportes, y, si acaso hay algún libro que hable de alguno de esos personajes, no es en forma sintética de un artículo periodístico. Son artículos que no debieran perderse. Alguno de ellos no sale en la edición digital del periódico, tal como el presente. Yo creo que hay que copiarlo e integrarlo a la colección digital.
Ocurrió en Menorca / Medicina 'de riesgo'
Cuando Antoni Roca i Flaquer [(1825 - 1900)] llegó a la medicina, la máxima contención para las epidemias eran las fronteras humanas de los cordones sanitarios. Una situación pese a la cual se enfrentó voluntariamente a los sucesivos brotes de cólera asiático y fiebre amarilla que atacaron la isla. Por Laura Jurado.
El doctor de las epidemias
Antoni Roca i Flaquer fue un superhéroe en los tiempos en que las miasmas centraban la atención sanitaria. Una especie de cazafantasmas clínico contra todos aquellos efluvios malignos que, como se creía, desprendían los cuerpos enfermos y las materias corruptas. Un mal invisible llamado epidemia contra el que él luchó, sin apenas medios, a capa y espada.
Nacido en Mahón en 1825, Antoni Roca i Flaquer puso el punto y seguido a la saga de empresarios de la navegación que predominaba en su familia. Con él se inició de prestigiosos médicos. Después de cursar la enseñanza básica en Ciutadella, se trasladó a la Universidad de Barcelona para estudiar Física experimental y Química. En 1843 comenzó sus estudios en Medicina por los que obtuvo el grado de Bachiller en Medicina y Cirugía y, dos años después, el título de licenciado. Sería en ese mismo año cuando leyó una memoria: "Com obra el cloroform en l'economia humana, i en quines circumstàncies està indicat o deixat d'estar-ho?", su primer texto científico.
Después de acabar la universidad, el menorquín se trasladó a Montpellier para cursar una especialidad en Oftalmología, tras la cual regresó a su isla. Sin embargo, allí la situación histórica de la medicina no permitía ejercer esta faceta. «Las esecialidades médicas aparecen a mediados del siglo XIX, pero en Menorca se retrasarian hasta el XX. Rafael Saura Eymar fue uno de los primeros especialistas, en su caso en ginecología. Pons i Marqués fue probablemente, el primer oculista que se recuerda, ya que fundó el primer gabinete oftalmológico en Mahón», afirma el vicepresidente del Ateneo de Mahón, Miguel Ángel Limón.
De vuelta a Menorca, sus primeros años de ejercicio pasaron como médico del primer batallón del Regimiento de Isabel II. Pese a que durante una breve temporada viajó a Lleida como médico auxiliar de su hospital provincial, regresó para convertirse en interino del Hospital Militar de Mahón por Real Orden en 1861.
Con su nombramiento como médico consultor del Lazareto de Mahón en 1868 remató su vinculación con las epidemias. Su cargo como director médico de la Dirección de Sanidad Marítima le llevó a hacer la visita a las naves en tránsito por el puerto. Al frente de la sección sucia de la institución - donde se internaban los viajeros susceptibles de sufrir alguna enfermedad - accedió voluntariamente a asistir a varios individuos procedentes de Puerto Rico atacados de fiebre amarilla. «Todo en una época en la que la falta de recursos y de conocimientos hacía que más que dedicarse al tratamiento, los esfuerzos se centraran en evitar la propagación del mal», explica Limón.
Tres años antes, Roca i Flaquer tuvo su actuación más memorable y la que le valió cierto reconocimiento para la posteridad: su intervención en la epidemia de cólera asiático que atacó la isla en otoño de 1865.
El brote tenía en jaque a todo el Mediterráneo oriental: desde Cataluña hasta el área francesa de Marsella pasando por Valencia y Baleares. Uno de los últimos grandes casos de cólera del siglo XIX que, en Menorca, se cebó con los municipios de Ciutadella y Es Mercadal. «En este último, el médico titular enfermó, aunque no por la epidemia, y cuando el Ayutamiento de Mahón hizo un llamamiento para solicitar refuerzos, Antoni Roca i Flaquer acudió voluntariamente», relata el vicepresidente del Ateneo mahonés.
En el punto álgido de la epidemia, el médico se trasladó a Es Mercadal para seguir de cerca la evolución de la enfermedad. «Los medios eran mínimos y él acudió sabiendo que ponía en peligro su propia vida. El brote comenzó en otoño y antes de Navidad ya se había levantado el cordón sanitario», afirma. Una frontera que hiciera imposible el paso de personas e incluso de mercancías sin permiso de las autoridades.
Se creía que los cuerpos enfermos, las materias corruptas y las aguas estancadas producían unos vapores que trasladaban la enfermedad de un lugar a otro. Los efluvios que Thomas Sydenham y Giovanni María Lancisi bautizaron como miasmas en el siglo XVII y que durante mucho tiempo se pretendieron combatir con la fumigación de perfumes y gases fuertes.
«Tenía que ser el ángel salvador que, corriendo veloz y espontáneamente hasta el lugar infectado de donde todos huían llenos del más profundo terror», escribía la prensa local sobre su hazaña. Una batalla de superhéroe sanitario que le valió ser nombrado Hijo Ilustre.
Durante sus últimas décadas, Roca i Flaquer combinó su actividad médica con la consular, siendo vicecónsul de Suecia - Noruega durante ocho años, y después de Portugal hasta que la enfermedad le impedió seguir. Poca información se tiene sobre la causa que le quitó la vida en 1900. Quizá alguna de aquellas epidemias demoníacas le venció el pulso en un descuido. Cuando murió, la prensa de Mahón pidió para él un reconocimiento que hiciera justicia a su valentía. Cuentan que los funerales por su alma fueron los más solemnes que se recuerdan.
DNI
- Nombre: Antoni Roca i Flaquer
- Época: 1825 - 1900
- Natural de: Mahón
- Profesión: Médico
- Popular por: Su papel destacado en el tratamiento de las epidemias que asolaron Menorca en el siglo XIX, principalmente desde el Lazareto de Mahón y la Dirección de Sanidad Marítima de dicho puerto.
Echo un último vistazo a la mesa. Parece que ya está todo en orden. Comienza el fin de semana.
fabian | 08 Abril, 2010 15:52
Incluso de lugares céntricos, como éste que está a mitad del Borne, no es nada fácil encontrar ni en Internet ni en libros o revistas algunas líneas que traten de su historia, urbanismo o edificios. En las pocas veces en que hay algo de suerte hay que aferrarse a una nota a pie de página en algún estudio en el que se trata de un tema más amplio. Con todo ello, la ciudad nos resulta a los propios ciudadanos un ente desconocido en los aspectos de urbanismo. Tampoco las instituciones - Ayuntamiento, Colegio Profesional de Arquitectos, UIB, etc. - no hacen ningún esfuerzo por ayudarnos a comprender la ciudad y conocer su historia. Yo desearía en muchas ocasiones poder enlazar con alguna base de datos on line de biografías de arquitectos, investigadores, etc. Creo que ello sería una parte de una ciudad informatizada en la sociedad de la información. ¿Qué sería una "ciudad informatizada en una sociedad de la información"? Creo que en Palma ni siquiera se ha tratado este tema aunque los gobiernos gasten millones en webs para turistas y hablen mucho de "turismo cultural".
Edificio del Formentor de Gaspar Bennazar
Una de las ideas clave del urbanismo son las vías de comunicación entre los espacios ciudadanos. Obsesionó a los urbanistas del siglo XIX y XX la comunicación entre la "ciudad alta" (zona de la c/ San Miguel - Catedral) y la "ciudad baja", al otro lado del Borne. Los urbanistas - Aleñá, Bennazar, Alomar - trazaron planes para poder comunicar con una vía amplia la zona del Puig de Sant Pere, barrio de Santa Cruz con la zona alta de Cort.
Sobre la base de estricta fidelidad al Plan Calvet en todo lo que concierne a la ciudad extramuros, Bennazar proponía, como ya lo habían hecho sus antecesores, la reforma circulatoria del casco antiguo, encaminada principalmente a mejorar la comunicación entre la parte alta de la población con la baja, y a la vez enlazar estas zonas con el ensanche. Ahora bien, Bennazar abordaba además otras cuestiones como la del polémico mercado central; y también aspectos relativos a la ciudad extramuros, como la ampliación del ensanche hacia el mar y su unión con el núcleo antiguo, tema que había sido olvidado por Calvet.
La reforma interior: La red viaria
Para la consecución del primer punto de la reforma interior, es decir, la red circulatoria, se abrían nuevas calles en el casco antiguo, sin un trazado determinado pues Bennazar no era partidario de un sistema regular — de cuadrícula, radial o concéntrico — sino del que resultara más adecuado a las necesidades de la población.
Proyectaba en primer lugar una gran "cruz" constituida por dos anchas vías de ejes ligeramente curvos, las cuales atravesarían la ciudad, una de Norte a Sur, y la otra transversalmente, enlazando la parte alta con la baja.
La primera de ellas, compuesta por tres tramos de veinte metros de anchura, suponía la comunicación directa del arrabal de Santa Catalina con la barriada del Molinar. El tramo inicial enlazaba la plaza de la puerta de Santa Catalina con la de la Constitución;16 su trazado seguía insensiblemente el eje formado por la calle de Santa Cruz y de San Felio, a las que sustituía, y su anchura, subordinada a la iglesia de Santa Cruz que se encontraba en su curso, alcanzaba los veinte metros. El siguiente arrancaba del Borne a la altura de la plaza de la Constitución, y formando una curva de gran radio, continuaba por el Borne, atravesaba la manzana limitada por la calle Veri, plaza del Rosario y calle de Santo Domingo, para desembocar finalmente en la plaza de las Copinas [...]
Miguel Seguí Aznar: "Propuestas urbanísticas de Gaspar Bennazar" en BSAL, nº 38, 1981
Edificio del Gobierno Civil de Francisco Roca Simó
Bien, pues hacia el año 1929, el Ayuntamiento compró los edificios que ocupaban este espacio - entre los que estaba el de las "Miñonas" - y creó esta calle que recibió el nombre de "Gran Vía" y que actualmente se llama "de la Constitución". El proyecto quedó paralizado con la unión con la plaza del Rosario.
El Plan Alomar (1943) también estableció planes para esta zona, proyectando una vía entre Cort y Borne que no se realizó y conectándola con la calle de San Nicolás, con lo que se abrió la calle Frederic Chopin, frente a la iglesia de San Nicolás, que conectaba con Tous y Maroto.
La calle Constitución tiene varios edificios singulares, como el de Correos, Gobierno Civil, los que, desde el Borne dan inicio a la calle, uno en el que estaba la Telefónica y el de enfrente en el que estuvo el bar Formentor ... Por lo menos dos nombres de arquitectos debieran sernos conocidos: el de Gaspar Bennazar Moner (1869 - 1933) [de quien necesitaríamos un amplio estudio con toda su obra urbanística y arquitectónica, que es mucha], arquitecto del edificio del Formentor, y Francisco Roca Simó (1874 - 1939), quizás famoso por ser el autor del obelisco racionalista de sa Feixina, pero arquitecto de edificios tan singulares como el plateresco Colegio Notarial de Vía Roma o del edificio del Gobierno Civil en esta calle de la Constitución y, sus obras más conocidas, la "Casa Casasayas" y "Pensión Menorquina", modernistas, en la plaza del Mercado, o de la reforma del Hotel Mediterráneo, en el Paseo Marítimo. [¡Cómo ni el Ayuntamiento ni el Colegio de Arquitectos no nos dan a conocer a estos hacedores de la ciudad!]
Edificio de Correos (¿de qué arquitecto?)
La calle Constitución pasa por debajo de un gran edificio para unirse con la Plaza del Rosario. Son tres edificios en un bloque de corte funcionalista, diseñados y construídos en los años 50 del siglo XX por el arquitecto Josep Alcover, según cuenta Carlos Garrido en el artículo de "Casas de Palma" titulado Un gigante en Tous i Maroto, que, por la fecha de su publicación, 17/09/2006, no está en la hemeroteca digital del Diario de Mallorca, por lo que lo he subido a Scribd, pensando que no se puede dejar sin poder ser enlazado - con los pocos que hay - ningún documento que hable de Palma.
Dos son las anotaciones que hago con referencia a la Plaza del Rosario. Una es que en ella estuvo la iglesia de "Sant Nicolauet Vey", en tiempos en que la Riera pasaba por el Borne. San Nicolás fue patrón de la gente de mar y posiblemente, la zona del Borne cercana a esta plaza fuera en su día navegable por embarcaciones pequeñas, ya que, antiguamente había algunas calles cercanas al Borne con nombres marineros. Esta iglesia ya fue parroquia segregada de la de Santa Eulalia. La parroquia se trasladó a un nuevo templo, el cual se derrumbó y en el siglo Xv se edificó el actual de San Nicolás. Pero el pequeño edificio de Sant Nicolauet Vey (así se escribía antiguamente), perduró hasta 1836. El nombre de la plaza cambió por la "plaza del Rosario" ya que estaba muy cercana a la Capilla del Rosario" del convento de Santo Domingo.
La segunda anotación es que en el lado sur de la plaza se hallaba una plazoleta llamada "plazoleta del Crespí" o "el raconet" que había sido ocupada por la casa del jefe de los agermanados. Por ello hay una lápida dedicada por el Ayuntamiento en 1870.
Mural en el bloque de Tous i Maroto
(Segueix)La ciudad guarda en sus piedras una gran memoria. Esas piedras nos pueden contar muchas historias si tuviéramos las claves necesarias para entender las piedras: sus urbanismos, sus arquitecturas, los nombres propios, las fechas. Pero temo que las historias que pueda contarnos la ciudad ya no las sabemos descifrar una gran mayoría de ciudadanos , quienes probablemente incluso estamos ciegos ante esas piedras, pasamos a su lado sin verlas, sin reparar en ellas. Supongo también que hay otras personas, posiblemente pocas, que todavía conocen esas historias que guardan las piedras.
Alta mar: La memoria de la ciudad (19/10/2007)
fabian | 06 Abril, 2010 15:01
En los artículos Palma con textos van surgiendo espacios de la ciudad que fueron ocupados por diversos conventos y cuyos solares pasaron a ser públicos debido a la Desamortización de Mendizábal. Hay dos libros que tratan la historia de la ciudad vista desde los espacios que la conforman. Uno de ellos es "La ciudad de Mallorca", de Diego Zaforteza y Musoles que el Ayuntamiento de Palma reeditó hace pocos años en edición facsímil. El otro libro, ambos fundamentales, es Palma a través de la cartografía (1596 - 1902), realizado por Juan Tous Meliá, que repasa todos los planos existentes de la ciudad y de sus espacios en los años indicados. Acompaña cada plano con unas anotaciones que explican no sólo el plano sino lo que en él se contiene.
En septiembre de 1835, Antonio Matamoros levantó un plano cuyo título es "Plano de las fortificaciones de la plaza de Palma, tal como se hallan en el día en que ha sido levantado (27 de septiembre de 1835), con el auxilio de la falsa regla y vara de medir: van marcados los once conventos de regulares extinguidos y arreglados a la escala del plano que es de 100 varas por pulgada". Este plano se conserva en el Archivo Regional Militar de Baleares y muestra las murallas y fortificaciones de la ciudad y su interior en blanco salvo los once conventos que fueron expropiados, los cuales van numerados y nombrados.
Me asombra este plano. Nunca se me hubiera ocurrido que existiera.
Plano de A. Matamoros (1835)
A esta imagen reducida del Plano, le he añadido con carácteres grandes, la numeración de los conventos expropiados.
Juan Tous Meliá añade una rica explicación sobre el plano y sobre los conventos. Quizás hubiera podido realizar esta misma explicación modificando el orden o con distintas frases, pero indicando lo mismo que el autor del libro, pero me hubiera quedado con un sentimiento de traición a la fuente, así que prefiero - aunque sea un poco larga para un artículo - copiarla, sabiendo quienes leamos estas líneas su autoría.
1 San Cayetano:
Los padres teatinos se establecieron en Palma el 8 de junio de 1712 en calle del Sitjar (plano nº XIII). En 1727 se trasladaron a la parroquia de Santa Eulalia, frente a la casa del conde de Ayamans, según se puede observar en el plano de 1727 (nº XV) se instalaron en el callejón, conocido actualmente por "carreró d'en Ginard", esquina de la calle la Portella. No fue esa residencia definitiva pues en 1770 se trasladaron al colegio de San Martín de la calle "Sant Feliu de dalt", actual San Cayetano. Los teatinos ocuparon el convento hasta 1897 en que se trasladaron a la iglesia de San Juan de Malta, actual "carrer del Ví".2 San Francisco de Paula, Mínimos:
Se trasladaron a ese lugar en 1585, en una casa pequeña de un carpintero a la que más tarde le añadieron otras. Se demolió después de 1837 para formar la plazoleta de la Reina.3 Santo Domingo:
Se fundó en 1231 en ese lugar conocido como de la Victoria. La primera piedra del templo se puso en 1295, dirigiendo las obras el maestro Jaume; las obras del convento se terminaron en 1359c. La última imagen que se conoce del convento y casi única es la que realizó Bichebois en 1830c. Fue derribado por orden municipal en 1837.4 Jesuítas:
En 1561 se instalaron en la ciudad, en ese lugar donde había una capilla dedicada a Nª Sª de Montesión. La iglesia fue iniciada hacia 1571 y en 1601 se había construído la capilla mayor, terminándose la fachada entre 1624 y 1644, y la portada en 1683. En 1767 la orden fue suprimida, restableciéndose en 1815. En 1851 estaba destinado a instituto y biblioteca (plano nº XXXII). Se conserva la iglesia.
Fachada de la iglesia de Montesión (jesuítas)5 San Francisco de Asís:
El convento se fundó en 1230. En 1278 se trasladaron a su actual emplazamiento. En 1837 fueron exclaustrados los frailes, dedicándose el convento a prisión, cuartel y juzgados. Sufrió notable deterioro, la huerta, que se extendía hasta la Plaza de la Paja, fue enajenada, abriéndose la calle de San Buenaventura y el oratorio de Nuestra Señora de los Ángeles fue derribado poco antes de 1863. En 1851 estaba destinado a gobierno político, diputación, escuela normal y cuartel de la guardia civil (plano nº XXXII). En 1906 fue ocupado por los franciscanos de la tercera orden regular.6 Capuchinos:
Se instalaron extramuros de la ciudad en 1667. Por real orden de 1771 fue demolido el convento, que se erigió en su actual ubicación. El convento se convirtió en cárcel y desde 1954 es la "Plaça del Rosselló", se conserva la iglesia.7 Trinitarios:
El convento de los padres trinitarios fue fundado en 1232 y en 1299 se hicieron cargo de la iglesia del Santo Sepulcro anexa al convento, desde esa misma fecha en él estaba ubicado el hospital "dels rossos". Las primeras reformas datan de 1544 en que se construyó la capilla de Nuestra Señora de los Dolores, posiblemente sobre los restos de la pequeña iglesia del Santo Sepulcro, como puede verse es de planta octogonal (plano nº XIII). En 1618 se inició la construcción de la iglesia que fue bendecida en 1628, poco después se construyó la capilla de los Remedios, a la que se accede por la primera capilla del evangelio. Con la desamortización los trinitarios abandonaron el convento en 1837, que se dedicó a hospicio de pobres y cárcel de detenidos (plano nº XXXII). En 1854 el convento fue ocupado por la orden de San Felipe Neri, nombre con el que actualmente se le conoce. Sufrió una profunda reforma en 1859. En los plano del siglo XVIII este convento y el de la Merced figuraron en la misma manzana (nº 103), desde 1863 están separados por una nueva calle: la de "Sant Felip Neri".8 Mercedarios:
En el año 1230 ocupó una casa en la antigua calle "dels Forats", pasando en 1245 a otra de la plaza de Cort y, en 1295, a este emplazamiento. En 1621 se acordó construir una nueva iglesia que se consagró sin terminar el 1661, dándose por concluída la obra en 1720. En 1735 se inició el campanario que afectó a la robustez del templo provocando amenaza de ruína en 1741, lo que obligó a su derribo, iniciándose la reconstrucción al año siguiente. Este convento tenía una huerta en la manzana contigua separada por la calle de "Negrins", que fue absorbida por el mismo, desapareciendo esa calle. Con la desamortización, en el convento se levantaron casas particulares (plano nº XXXII). Se conserva la iglesia.9 San Antonio Abad:
En 1230 se fundó en Palma un convento y hospital en unas casas de la calle de San Miguel. Conocidos como los padres antonianos seguían la regla de San Agustín. La orden se dedicó a la atención de los enfermos del "Foch de Sant Antoni" (erisipela), la enfermedad estaba provocada por un parásito del centeno que producía unas llagas de difícil curación. En 1729 fue construído el bello claustro elíptico del convento. En 1756 la iglesia se encontraba en estado ruinoso, por lo que se proyectó una nueva de traza también elíptica, que fue construída entre 1757 y 1768. La orden fue suprimida en virtud de la bula de Pío VI en 1787, pasando sus bienes y rentas al patronato real.
Campanario de la iglesia de La Merced10 San Agustín:
Se fundó el convento de San Agustín de Itria en 1480, trasladándose a este lugar en 1544, donde utilizaron la iglesia de Nª Sª de Gracia, que había sido fundado como hospital a mediados del siglo XV. Se inició la construcción del nuevo convento y en 1650 la del nuevo templo, que fue bendecido en 1669, se terminó en 1695, salvo la portada que se concluyó en 1805. Con la desamortización se destinó a factoría militar y a cuartel de intendencia. Se conserva la iglesia.Carmelitas:
Se fundó en 1300, aunque hasta el año 1321 no se trasladaron los frailes carmelitas al "Pla del Carme". La iglesia tenía su entrada por la parte de poniente tal como se ve en el plano (nº XIII), por lo que se llenaba de agua en todas las inundaciones que sufrió la ciudad. A principios del siglo XIX se reconstruyó casi por completo la iglesia que se bendijo el 4 de julio de 1802, con el ábside situado donde antes estaba el portal mayor. Con motivo de la exclaustración de los religiosos carmelitas se dio la orden de derribo en 1837, que no se llevó a efecto utilizándose como almacén. En 1852 se aprobó la conversión de convento en cuartel. Las obras se realizaron entre 1855 y 1860. En 1859 se proyectó un edificio destinado a pabellones para oficiales del regimiento, que es lo único que se conserva de todo el recinto del convento. En 1868 se abrió una nueva calle en los huertos del Carmen que unía la calle de los Olmos con la del Carmen, al principio se le dio el nombre de Huerto del Carmen y el 16 de enero de 1880 recibió el nombre de "Sant Elies".En la explicación del plano sólo figuran los conventos regulares de religiosos extinguidos, a estos hay que añadir los de religiosas:
- Dominicas de Santa Catalina de Sena, que había sido fundado en 1661.
- Agustinas de Nuestra Señora de la Consolación, que había sido fundado en 1610
- Agustinas de Santa Margarita, que había sido fundado en 1231
- Agustinas de Nuestra Señora de la Misericordia, que había sido fundado en 1578.
- Monjas de Nuestra Señora del Olivar, que se habían establecido en Palma en 1549. La iglesia fue bendecida en 1625.
Se conservan las franciscana de Santa Clara, las monjas de San Jerónimo, las teresas de Santa Teresa y las monjas de Nuestra Señora de la Concepción.
Juan Tous Meliá: "Palma a través de la cartografía (1596 - 1902)", págs 176 y 178
Creo que plano y texto son importantes para el conocimiento de la ciudad de Palma.
fabian | 02 Abril, 2010 18:07
Yo no soy historiador ni esta bitácora es un libro de historia. Debiera decirlo siempre, pero más hoy debido a que este lugar presenta algunas características que me son difíciles de comprender, puesto que estamos junto a la antigua desembocadura de la Riera de Palma, la cual pasaba por una calle paralela - llamada Antonio Maura -. Así, pues, la actual Calle del Mar era la que daba a la Puerta del Muelle, por la que se salía al puerto durante los siglos XIV al XIX. En el extremo más cercano a la plaza de la Reina hay un arco ..., ¿un arco o una algorfa? Es Miquel Ramis, en Artifex Balear quien trata el tema de las algorfas e indica que éste de la calle del Mar es arco y algorfa.
Bien, pues parece que cerca de este arco transcurría una muralla, la muralla árabe, que dejaba un espacio entre la mar y la ciudad. Tras la conquista, esta zona tuvo complicaciones con el desbordamiento de la Riera. Lo leo en el artículo La Lonja de Palma (DM, 02/03/2008) de Bartomeu Bestard:
La muralla islámica de Palma fue construida en el siglo XI. Tal como explica la arqueóloga municipal, Magdalena Riera, en la parte del barrio del Puig de Sant Pere que mira al sur, el recinto no llegaba al mar, sino que la muralla discurría por detrás de las casas, del lado sur, de la calle Apuntadors, subiendo hacia la parte más alta del barrio, conservándose hasta el día de hoy la puerta de este costado del recinto, conocida como "sa Porta de sa Gabella de la Sal". Por tanto, un solar de dimensiones nada desdeñables quedaba entre el mar y la ciudad amurallada, espacio que estaba destinado a las atarazanas. Tras la conquista de Mallorca de 1229, esta ribera, conocida como la "Ribera de Mar", se fue urbanizando rápidamente. Hacia 1300, toda esta zona fue cerrada por un nuevo lienzo de muralla que ahora sí llegará hasta el mar, es lo que en la documentación aparece como "la pallisada de la Riera". Hacia 1400 la zona se encontró en plena actividad mercantil y marinera. Pero durante la noche del catorce de octubre de 1403 se produjo una de las inundaciones más catastróficas que ha sufrido Palma a lo largo de su dilatada historia. La Riera se desbordó y, entre muchos otros, quedaron arrasados "tots aquells alberchs qui eran al carrer de la Mar fins al Moll?". Fue a partir de entonces que se reinició la reconstrucción de la zona.
Bartomeu Bestard: La Lonja de Palma (DM, 02/03/2008)
Ángel de la Artillería, sobre el portal de la Gavella de la Sal
Muy cerca del arco, el Ayuntamiento ha puesto una placa conmemorativa de la presencia de Frederic Chopin y George Sand en Palma, ya que se alojaron unos pocos días en un hostal de esta zona. El portal más cercano presenta sobre su dintel un ángel y un escudo con dos cañones cruzados. Es la "Gabella de la Sal" o "Gavella de la Sal", pues no sé bien cómo debe escribirse. Es un edificio muy antiguo, cerrado muchas veces y, cuando está abierto, no dejan entrar. Es una dependencia militar. De este lugar sólo he encontrado un enlace interesante.
La Calle del Mar es estrecha, llena de sombra. Tras una señal de tráfico se esconde una pequeña cerámica que indica el nombre antiguo: "C. de la Gabella Veya de la Sal". Introducida en la pared de una bocacalle hay una fuente de agua. Las calles perpendiculares conducen hacia la Lonja. Ya al final de la calle, en su desembocadura al Paseo Sagrera hay dos edificios que llaman la atención. Uno fue el cuartel de la Infantería de Marina, edificio del que no tengo informaciones.
Actualmente estas calles no ofrecen olores llamativos. Hace unos años, olía a calamares a la romana y a otras fritangas puesto que había bares de tapas y comidas.
Fotografía de Miquel Massutí, publicada en el DM 02/08/2009: Gabella de la Sal
Murallas de Palma
fabian | 02 Abril, 2010 09:43
Fuente. BOIB núm. 050 (pdf)
Fecha publicación: 30/03/2010
(Nota: Los Consells insulares necesitarían para dar a conocer los BIC, un álbum de fotos en Internet y un canal en YouTube, ya que esta declaración está muy bien, pero precisa imágenes)
(Segueix)fabian | 01 Abril, 2010 10:57
La historia de esta plaza está relacionada con la del Borne. Si este paseo fue el "Salón de la Princesa", el nombre de esta plaza se refiere a la misma persona real, Isabel II. Pero conviene ir a siglos anteriores, y una vez más, encontramos en los antiguos mapas que este lugar estuvo ocupado por la iglesia de un monasterio: "San Francisco de Paula", que no hay que confundir con la iglesia de "San Francisco de Asís", la cual pervive y da nombre a la plaza en la que está. San Francisco de Paula no tuvo la suerte de sobrevivir a la desamortización de los bienes eclesiásticos y en 1837 fue derrocado todo el convento. En 1863 se creó la glorieta ajardinada dedicada a la Reina Isabel II. Sus autores fueron el arquitecto Antoni Sureda que diseñó la glorieta y Josep Frontera, quien se ocupó del jardín. Pero cinco años después, en 1868, la Reina fue destronada y la estatua que en este lugar fue alzada en su honor fue destruída.
Convento de "San Francisco de Paula" en el óleo de la Ciudad (1646)
Ya en el siglo XX, en 1921, el arquitecto Guillem Frontera diseñó una fuente y, por suscripción popular, se proyectó un monumento en homenaje al poeta Joan Alcover. El monumento se colocó en 1928.
La "Serra" de Monegal, entre el ligustrum (troana) florecido
No he dedicado una página a las plantas de esta glorieta, pero sí he recogido algunos en Ligustrum - troana - en la Plaza de la Reina de Palma, El granado - magraner de la plaza de la Reina o Flores del agua, dedicado a la Cymbalaria muralis que crece entre la hiedra y las "carotas" que rodean la fuente.
Detalle del jardín (grutescos)
Otros enlaces
Como fondo: Casa Sitjar, can Lladó y Banco Vitalicio
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