fabian | 19 Juny, 2006 16:10
No sé bien qué me induce a pensar que las moda de las bitácoras comienza a languidecer. Bueno, este mundo nuestro es "ansí" y necesita un cambio continuo de atracciones y elementos. Yo supongo que tras la moda queda lo que realmente hay: los CMS; es decir, estos sistemas que permiten la publicación en Internet de manera fácil, rápida y desde cualquier ordenador. Tras estar de moda supongo que también llegarán nuevos planteamientos sobre las finalidades y las intenciones de quienes utilizamos estos sistemas.
Una bitácora personal, tal como ésta, Alta mar, presenta unos planteamientos muy distintos a una bitácora institucional, tal como la del instituto o a las bitácoras que utilizan los alumnos en algunas clases. Estas últimas son de aprendizaje; la del instituto puede tener también muy distintas funciones: recoger enlaces que puedan interesar para la enseñanza; servir como "tablón de anuncios" de actividades escolares; etc. Hoy me he juntado con Gabriel, profesor, para dejarle las contraseñas y sistemas, pues será él quien se encargue de la web y bitácora en el próximo año.
La cuestión no es complicada, pero tampoco es fácil debido a que - aunque él ha publicado algunos artículos - no tiene muy a mano todo esto de las bitácoras y su uso con fines escolares. La expresión puede ser confusa pues la dificultad no está en "la mano" sino en la idea, en la mentalidad.
Cuando pensaba el tema de hoy, me había decidido por la "música contemporánea". Me había decidido a ello la muerte de Gyorgy Ligety la semana pasada, del cual tenía una de las dos composiciones que utilizó Kubrick en su "Una odisea del espacio", pero que tras oírla varias veces, deseché ponerla puesto que me altera los nervios; lo que me ocurre con casi todo este tipo de música, si es que puede llamarse así.
Influído por el doble malestar que me produce una música que me exaspera y la reacción ante la pregunta del por qué me molesta tanto la mayor parte de las obras musicales del siglo XX, he buscado una foto acorde con el tema y he seleccionado este ventanal tan guarnecido de afiladas puntas que quizás un don Juan Tenorio saltó algún día en busca de alguna novicia de su interior.
Un hecho es que algunas artes - pintura, escultura, danza - tras una importante transformación realizada en las primeras décadas del siglo XX, han logrado traspasar con éxito la barrera del cambio y son hoy día aceptadas por el público. En pintura ya no nos resultan estrafalarios los cuadros del Expresionismo, Impresionismo, Cubismo ... Y, sin embargo, la música no lo ha logrado y el público rehúye en su mayoría esas obras posteriores al Romanticismo; obras que alguna orquesta incluye un poco "de extrangis" en su repertorio, ofreciéndola en la primera parte de los conciertos confiando en que el público no abandone la sala.
A mí me son muy difíciles de soportar y, la mayoría de las veces, apago la radio con cierto sentimiento de culpa y de desaire.
Sin embargo, intento aguantar lo más que puedo y alguna vez, cuando algún fragmento no me hiere, incluso lo grabo con la intención de oírlo alguna vez más para intentar que mi oído no lo rechace. Incluso, si el fragmento supera algunos segundos su duración, lo pongo en la bitácora con la finalidad de convencerme de que intento una cierta variación en los archivos musicales.
Así que, tras tratar brevemente el tema de la "música contemporánea", regreso al inicial sobre las muchas dificultades que aparecen a quien se inicia en el tema bitacoril en cuanto a sus posibilidades y manejo. Pero ..., se me ha hecho tarde y ya empiezo a encontrar que es un poco rollo este tema ya que es muy conocido por todos nosotros y las dificultades de Gabriel son las comunes que todos hemos vivido. Así que lo dejo aquí con la esperanza de encontrar en los próximos días temas más fructíferos.
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