fabian | 26 Abril, 2006 18:22
Siempre he pensado que el tiempo dedicado al camino era tiempo perdido. Cuántas veces me hubiera gustado poder trasladarme con el pensamiento sin tener que dedicar tanto tiempo y esfuerzo al traslado. Pensaba en este tema mientras, hace pocos minutos, regresábamos de una visita al dentista, tras haber tenido hoy una larga y fatigosa jornada de trabajo. Pero el hecho está en que en ese tiempo dedicado al camino ocurren cosas, muchas. Así muchas mañanas, mientras recorro el camino que me lleva al trabajo, amanece sobre la isla y la ciudad. Recorro calles y plazas iluminadas por farolas y a medida que voy llegando al trabajo la luz solar, hermosa y limpia, blanca y suave, ilumina mis últimos pasos. Triste es que mi pensamiento y mi mirada no siempre se dan cuenta del fenómeno, atareadas en otras atenciones.
Un escaparate en el camino
En el camino, el escaparate de un anticuario llama mi atención. ¡Qué difícil y de resultados insospechados es pulsar el disparador de una cámara ante un cristal. Los reflejos siempre ocultan y, a la vez, desvelan elementos como en un juego de abanico. Al enfocar no soy consciente, mi atención no está centrada en ello, de esas figuras - una conocida escultura, unos cuerpos humanos - que, por estar a mi espalda, desvelan los reflejos y de lo que a la vez ocultan. Mi intención estaba, más que en fotografiar esa Virgen, guardar la imagen de esas esculturas hechas de conchas y copiñas que se guardan bajo una campana de cristal. En la isla era tradición formar esas flores anacaradas y juntarlas como en un ramo que se protegía del polvo y de manos indiscretas y juguetonas bajo una campana. Se ponían como adorno sobre algún mueble - canterano o mesa -. En casa tenemos dos que les regalaron en su boda a los padres de Margarita, allá por los años treinta. Luego estas artesanías desparecieron.
Los tiempos también hicieron desaparecer esas agrupaciones musicales llamadas "de pulso y púa" (algunos las llaman "y pectro", ya que así puede llamarse también al pequeño objeto con que se hacen vibrar las dobles cuerdas de las bandurrias y laúdes). Hoy es difícil encontrar aún este tipo de agrupación en que la base la forman los sonidos de las guitarras (pulso) mientras que la melodía la llevan los instrumentos de púa. También resulta difícil encontrar alguna grabación.
Pero conviene que no añada más tiempo en la realización de este escrito - tiempo del camino - pues conviene llegar al destino a tiempo. No sé si se ha escrito mucho sobre el camino. En Español tenemos a Machado, también a algunos gallegos (¿Julio Camba?). En Inglés está la expresión "on the road" que no sé si abarca todo un género de películas y novelas e incluso, no estoy seguro, una generación de escritores.
Escribo en el Google "en el camino" con la esperanza de encontrar algún poema. No. He encontrado otro tipo de texto que me sirve. Habla de los dioses antíguos: Júpiter, Mercurio ... En esas antiguas mitologías también ocurrían acontecimientos en los caminos.
Tácita Muta es el nombre que escogimos y, al mismo tiempo, el símbolo con el que nos identificamos: el derecho femenino a la palabra. Narra Ovidio en los Fasti (II, 583-616) que la ninfa Lara avisó a su hermana Yuturna de las intenciones lascivas de Júpiter y también se lo hizo saber a Juno, la esposa del todopoderoso. Enfadado, Júpiter, le hizo arrancar la lengua, condenándola así al silencio eterno, y la envió a los Manes, el lugar de los silenciados, guiada por Mercurio. De camino a los infiernos, Lara, ahora ya Tácita Muta, sufrió por segunda vez la violencia contra su cuerpo al ser violada por el dios del comercio y de los viajeros; de esta unión brutal nacieron los gemelos Lares que, en la interpretación del mito patriarcal, ¡oh paradoja! son los protectores del ámbito doméstico. Lara transgredió el orden establecido al hacer uso del derecho masculino a la palabra y por esta razón fue castigada. Nosotras, como grupo, queremos proporcionar voz a Tàcita al crear un espacio donde expresarnos, tanto en la disensión como en el consenso.
Tácita Muta: ¿Quiénes somos?
La historia de Lara, convertida en Tácita Muta, violada en el camino y que da lugar a los dioses de los hogares. El camino y el hogar se relacionan de manera extraña. Me ha gustado este texto que desconocía.
« | Abril 2006 | » | ||||
---|---|---|---|---|---|---|
Dl | Dm | Dc | Dj | Dv | Ds | Dg |
1 | 2 | |||||
3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 |
10 | 11 | 12 | 13 | 14 | 15 | 16 |
17 | 18 | 19 | 20 | 21 | 22 | 23 |
24 | 25 | 26 | 27 | 28 | 29 | 30 |