fabian | 11 Octubre, 2005 19:15
Estos días me aplico un poco en la búsqueda a través del Google sobre el tema de los gigantes de Mallorca y Menorca. Así pues estoy viviendo una vez más las dificultades que supone Internet en la búsqueda de algunos tipos de informaciones. Bueno ..., estoy hablando de "dificultades" y no sería justo dejar de decir que Internet es una fuente de información estupenda (había escrito "biblioteca" y lo he borrado; dudo que sea en estos momentos comparable a los libros y a una biblioteca, prefiero utilizar el término "fuente de información").
Cossiers de Palma
El tema sobre el que quisiera trazar una línea hoy es éste: el de la información. Y mi mente siempre está relacionándolo con el trabajo escolar o académico. Es verdad que Google sacó un nuevo buscador al que llamó Google Scholar y hasta este momento en que escribo no me había preguntado el motivo o qué diferencia un texto escolar de los demás tipos de información.
Ahora en que estoy buscando información sobre los "gigantes", tema no académico, me he tenido que trazar un plan sobre qué datos son los que necesito para, posteriormente, realizar un trabajo sobre este tema. Es decir, si yo tengo que elaborar un trabajo sobre estos muñecos que se portan en las fiestas, necesito sobre cada uno de ellos unos datos: nombre, de dónde son, quién y cuándo se hicieron, su peso, su estatura y su descripción. Bien, pues cuando leo algunas informaciones sobre alguno de ellos me doy cuenta - gracias a la ficha previa - que hay algunos datos que no se aportan. Esto, en un trabajo académico, es una falta; es decir, deja unos huecos o vacíos informativos que se consideran necesarios. Pero en un trabajo informal suele pasar totalmente inadvertido. Así, por ejemplo, se puede hablar de un detalle interesante de la vestimenta de un gigante y no hablar de aspectos fundamentales como pueda ser alguno de los símbolos que porta.
Quiero decir con ello que las características de una información creo que toman relevancia cuando pasamos para el estudio de unas fuentes en las que tienen importancia su organización (de lo general a lo particular), su integridad (que esté lo más importante, sin perderse en detalles dejando elementos fundamentales), etc. a tener como fuentes multitud de textos, en los que habrá textos adecuados, pero también, otros textos que no serán suficientemente válidos para el conocimiento adecuado de un tema.
Quien se inicia en un tema posiblemente no tenga capacidad de juzgar la adecuación de una información, ya que su desconocimiento temático no le permita darse cuenta de los datos o informaciones ausentes. En cambio, una vez conocido lo fundamental de un tema ya puede darse cuenta si es una información general o de un aspecto; y en caso de ser general, de sus planteamientos previos, de si es "información coja" porque faltan elementos imprescindibles, etc.
Estas reflexiones me inducen a pensar que, en la enseñanza, el libro de texto es aún hoy fundamental y que Internet barra libre no es adecuada para quienes estudian los fundamentos o bases de las ciencias y de los saberes. Y que una de las labores del profesor radica en dar importancia a los fundamentos o bases temáticas, así como en proporcionar cierta valoración de los fundamentos previos que dan origen a diferentes visiones.
Mi desconocimiento sobre las características de la información no me impide suponer que este tema debiera ser más tratado y conocido.
fabian | 11 Octubre, 2005 13:55
Llucmaçanes es una localidad cercana a Mahón, conocida por su buen vino. Pequeña localidad pues su población era en 1964 de alrededor de 500 habitantes, con una mayoría de la población diseminada.
Tiene una web muy interesante en que uno de los apartados del menú trata de los gigantes de Llucmaçanes. Y nada más ni menos que seis gigantes. Los dos primeros nacieron en 1991 y sus nombres eran Quicus y Quica.
Perico, el abuelo de Llucmaçanes
En 1994, nos cuenta la web, la colla de geganters, especialmente Nito y Víctor, idearon y construyeron los dos "abuelos", que son la pareja de gigantes más conocida. En agosto de 1994 salieron por primera vez. Sus nombres son Perico y Aguedet.
Aguedet
Ambos cruzan las manos en la cintura y portan en un brazo una bolsa el hombre y una cesta la mujer. Sus ropas son austeras y de colores azulados. Sobre la falda, Perico nos muestra una camisa abotonada por delante y tableada en la espalda. Bajo esta camisa, lleva otra camisa a cuadros azules que le abriga el cuello, así como una boina que cubre su cabeza. Aguedet, en cambio, se cubre con un pañuelo negro y el cuerpo con una camisa a cuadros. Lleva también un delantal azul claro sobre la falda. En su brazo izquierdo porta una cesta pequeña con flores y frutas.
Perico y Aguedet forman una pareja de gigantes muy original que llamaron la atención pues su imagen se utilizó para un cupón de la ONCE en 1999 y, actualmente, aparece en unos azucarillos.
Nota: Las páginas que aparecen en esta bitácora sobre los gigantes son borradores para un trabajo que posiblemente aparecerá en Quaderns.
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